Londres se convirtió de repente en una ciudad blanca. Una ciudad onírica, penetrada de nieve, inerme ante la peor ventisca en varias décadas.
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Londres se convirtió de repente en una ciudad blanca. Una ciudad onírica, penetrada de nieve, inerme ante la peor ventisca en varias décadas.
Londres se convirtió de repente en una ciudad blanca. Una ciudad onírica, penetrada de nieve, inerme ante la peor ventisca en varias décadas.Fotos: AP y EFE.
Martes 1 de diciembre de 2009.
