La batalla, convierte la plaza de Buñol en un lago rojo y viscoso y son los bomberos de la localidad los encargados de la limpieza de las calles centrales, en lo que invierten unas tres o cuatro horas.
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La batalla, convierte la plaza de Buñol en un lago rojo y viscoso y son los bomberos de la localidad los encargados de la limpieza de las calles centrales, en lo que invierten unas tres o cuatro horas.
La batalla, convierte la plaza de Buñol en un lago rojo y viscoso y son los bomberos de la localidad los encargados de la limpieza de las calles centrales, en lo que invierten unas tres o cuatro horas.Fotos: EFE.
Miércoles 26 de agosto de 2009.