Para continuar acceda como suscriptor.

Ya soy suscriptorSuscribirme o asociar mi suscripción impresa
Unos iban escépticos y poco preparados: pantalón de mezclilla, botas
mineras, ropa negra y sin bronceador ni dinero para comer. A algunos apenas les alcanzó para tomarse un agua de coco en su misma cáscara, y comer  una tostada o tacos de a diez pesos que vendían familiares de trabajadores de la delegación, autorizados por ésta misma, según contó una chica que era administradora dentro de la palapa.

Unos iban escépticos y poco preparados: pantalón de mezclilla, botas mineras, ropa negra y sin bronceador ni dinero para comer. A algunos apenas les alcanzó para tomarse un agua de coco en su misma cáscara, y comer una tostada o tacos de a diez pesos que vendían familiares de trabajadores de la delegación, autorizados por ésta misma, según contó una chica que era administradora dentro de la palapa.

4 de 21 » Unos iban escépticos y poco preparados: pantalón de mezclilla, botas mineras, ropa negra y sin bronceador ni dinero para comer. A algunos apenas les alcanzó para tomarse un agua de coco en su misma cáscara, y comer una tostada o tacos de a diez pesos que vendían familiares de trabajadores de la delegación, autorizados por ésta misma, según contó una chica que era administradora dentro de la palapa.

"Playa" sol y arena en el DF

Descarga » galerías » más vistas

Unos iban escépticos y poco preparados: pantalón de mezclilla, botas
mineras, ropa negra y sin bronceador ni dinero para comer. A algunos apenas les alcanzó para tomarse un agua de coco en su misma cáscara, y comer  una tostada o tacos de a diez pesos que vendían familiares de trabajadores de la delegación, autorizados por ésta misma, según contó una chica que era administradora dentro de la palapa. Unos iban escépticos y poco preparados: pantalón de mezclilla, botas
mineras, ropa negra y sin bronceador ni dinero para comer. A algunos apenas les alcanzó para tomarse un agua de coco en su misma cáscara, y comer  una tostada o tacos de a diez pesos que vendían familiares de trabajadores de la delegación, autorizados por ésta misma, según contó una chica que era administradora dentro de la palapa.

Unos iban escépticos y poco preparados: pantalón de mezclilla, botas
mineras, ropa negra y sin bronceador ni dinero para comer. A algunos apenas les alcanzó para tomarse un agua de coco en su misma cáscara, y comer una tostada o tacos de a diez pesos que vendían familiares de trabajadores de la delegación, autorizados por ésta misma, según contó una chica que era administradora dentro de la palapa.FOTOS: EL SIGLO DE TORREON / EFE

publicada el 04 de abril de 2007

Galería completa: "Playa" sol y arena en el DF

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok