Los hijos de Saddam Hussein, Uday y Qusay, murieron durante un tiroteo de seis horas cuando fuerzas estadounidenses rodearon y asaltaron una lujosa finca en Mosul, en el norte de Iraq, dijo el jefe de las fuerzas de tierra de EU en Iraq, el general Ricardo Sánchez. Foto: AP, Reuters 22 julio 2003







Qusay era considerado tanto o más perverso que su padre y estaba a cargo del desarrollo de armas de destrucción masiva y se cree tendría contactos con el millonario de origen saudí Osama Bin Laden. Estuvó involucrado en diversos escándalos, el más fuerte en 1988, cuando asesinó a Hanna Geogo, degustador de comidas de su padre y uno de sus funcionarios de confianza, supuestamente porque Geogo hizo una fiesta y el ruido le molestó al no estar invitado al evento.

Uday, si bien ocupa el segundo lugar en la escala de la dinastía, pese a ser el primogénito, era el primero en riqueza que incluye activades relacionadas al contrabando, el periódico Babel, el más influyente de Iraq, y la red de televisión Shebab, lo que lo volvió un gran empresario.




A los 16 años recibieron como regalo una pistola Beretta, antes de esa edad ya habían matado a sangre fría.