En un recorrido en compañía de los inspectores de la Coordinación de Control de Padrones de la Secretaría de Finanzas y de Salud del Estado, las cámaras de El Siglo de Torreón pudieron constatar cómo la vida nocturna en la ciudad ha ido en aumento tras hacer una pausa forzosa por el confinamiento, lo que derivó en el cierre de negocios y pérdida de empleos. Pese a ello, la falta de cultura entre la ciudadanía y dueños de establecimientos persiste, como si hubieran "olvidado" que los casos de COVID-19 continúan. En un sola noche se realizaron diversos apercibimientos y la aplicación de tres clausuras de restaurantes bar que violaron las medidas sanitarias. A medio año de la pandemia en el país, con los casos latentes, la ciudadanía se resiste a atender las disposiciones de salud para la disminución de los contagios y fallecimientos a causa del virus.
