En la Velaria parecía imposible encontrar un lugar; butacas, gradas y hasta los pasillos estaban a su máxima capacidad, ocupados por miles de personas que anhelaban despedir "la fiesta de todos" en compañía del cantautor mexicano Pepe Aguilar.
ESPECTACULOS
En la Velaria parecía imposible encontrar un lugar; butacas, gradas y hasta los pasillos estaban a su máxima capacidad, ocupados por miles de personas que anhelaban despedir "la fiesta de todos" en compañía del cantautor mexicano Pepe Aguilar.