Los cubrebocas desechables se han convertido en basura adicional generada por la pandemia de COVID-19. (ARCHIVO)
Los cubrebocas desechables se han convertido en basura adicional generada por la pandemia de COVID-19, misma que agrega 8 millones de toneladas de desechos plásticos que contaminan los océanos año con año, según lo revelado por el Servicio Público Federal de Salud de Bélgica.
La oficina, destacó además que este artículo de protección tarda hasta 450 años para degradarse y que incluso después de tiempo, no serán eliminados pequeños fragmentos de las mascarilla.
“Si terminan como desechos en el Mar del Norte, ponen el peligro la vida marina”, dice el ministro Vicent Van Quickenborne para The Brussels Times.
Además, detalla que la fauna de los mares podría confundir los cubrebocas con medusas y comerlos, sus estómagos se ven llenos de inmediato, pero sin ingerir ningún nutriente.
