El Gobierno iraquí y la máxima autoridad religiosa del país condenaron hoy el ataque estadounidense contras las milicias progubernamentales Multitud Popular. (ARCHIVO)
El Gobierno iraquí y la máxima autoridad religiosa del país condenaron hoy el ataque estadounidense contras las milicias progubernamentales Multitud Popular, integradas principalmente por chiíes, que aseguraron que veinticinco de sus combatientes fallecieron en los bombardeos en el oeste de Irak.
El Consejo Ministerial de Seguridad Nacional, presidido por el primer ministro en funciones Adel Abdelmahdi, se reunió para analizar las repercusiones del ataque del domingo contra las sedes de las brigadas 45 y 46 de la Multitud Popular en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak y fronteriza con Siria.
Según un comunicado de ese Consejo, "el Gobierno iraquí condenó esa acción y la consideró una violación de la soberanía iraquí".
La calificó de "infracción peligrosa de las reglas de actuación de las fuerzas de la coalición" internacional liderada por Estados Unidos, que opera en Irak e colaboración con el Ejército de este país, y que realizó "una operación de forma unilateral sin permiso del Gobierno iraquí".
El ataque estadounidense, se subrayó en la nota, tuvo como objetivo "fuerzas iraquíes situadas en un frente importante en la frontera", desde donde combaten contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), lo cual "expone la seguridad y la soberanía de Irak".
El Consejo destacó que lo sucedido "lleva a Irak a revisar las relaciones y el contexto político, legal y de seguridad" en el que actúa la coalición internacional, con el fin de "proteger la soberanía del país".
La máxima autoridad religiosa chií de Irak, el ayatolá Ali al Sistani, también rechazó el ataque contra la agrupación armada Kata'ib Hizbulá (KH), respaldada por Irán, a la que EUA.
responsabiliza de los recientes ataques contra bases militares e instalaciones con presencia estadounidense.
Una fuente de la oficina de Al Sistani, citada en su página web oficial, aseguró que el ayatolá condenó la acción y resaltó "la necesidad de respetar la soberanía iraquí y no infringirla con el pretexto de responder a prácticas ilegales de algunas partes".
Afirmó que sólo las autoridades iraquíes pueden tomar medidas contra "esas prácticas", en referencia al lanzamiento de proyectiles y cohetes.
Desde mediados de octubre, al menos una decena de bases militares y sedes gubernamentales iraquíes con presencia de personal estadounidense han sido blanco de ataques por parte de grupos desconocidos, aunque Washington ha apuntado a las milicias proiraníes de Irak.
En un ataque el pasado viernes se produjo la primera víctima estadounidense, un contratista que falleció por el impacto de cohetes lanzados contra la base militar K1 en la localidad de Kirkuk, en el norte de Irak.
El Pentágono informó anoche de que llevó a cabo "ataques defensivos" en Irak y Siria contra Kata'ib Hizbulá en respuesta a dicha acción y otras precedentes que no causaron víctimas mortales.
