Más de 760,000 guineanos fueron llamados este domingo a las urnas para elegir a su nuevo presidente entre los candidatos Domingos Simões Pereira y Umaro Sissoco Embaló, ambos ex primeros ministros; poniendo fin al tumultuoso mandato de José Mario Vaz, quien no se clasificó para esta segunda vuelta. (ARCHIVO)
Más de 760,000 guineanos fueron llamados este domingo a las urnas para elegir a su nuevo presidente entre los candidatos Domingos Simões Pereira y Umaro Sissoco Embaló, ambos ex primeros ministros; poniendo fin al tumultuoso mandato de José Mario Vaz, quien no se clasificó para esta segunda vuelta.
La mayoría de los 3,139 colegios electorales abrieron sus puertas según lo previsto a las 07:00 hora local-según pudo constatar Efe en la capital, Bisáu- con largas filas de electores desde primera hora de la mañana y un ambiente de normalidad.
Tanto Pereira, candidato del gobernante Partido de la Independencia Africana de Guinea y Cabo Verde (PAIGC) como el opositor Embaló, del Movimiento para la Alternancia Democrática (MADEM-G15), se presentan como la mejor alternativa contra la pobreza y la parálisis política que asuelan este país desde hace años.
Ambos candidatos han prometido también combatir la rampante corrupción y el narcotráfico, en una nación consolidada como uno de los principales puntos de tránsito de la cocaína que llega de América Latina a Europa.
En declaraciones a Efe tras ejercer su derecho cívico, Pereira -el candidato más votado en la primera vuelta el pasado 24 de noviembre, con el 40.13 % de los votos- se mostró esperanzado de que estos comicios fueran "justos, libres y transparentes" y señaló que "cada voto de cada ciudadano guineano es importante".
Por su parte, Embaló, su rival y el segundo candidato más votado en los comicios de noviembre (27.65 %), se mostró confiando en su victoria gracias al nuevo apoyo de quienes votaron a "candidatos que ya no concurren, así como al de sus líderes políticos".
El presidente saliente, Vaz, quien quedó cuarto en la primera vuelta (12.41 %), hizo un llamamiento a las urnas acompañado de su esposa, Rosa María Vaz, y recalcó su confianza en la victoria de Embaló.
"Esta segunda vuelta de las elecciones (presidenciales) supondrá el final de cinco años de crisis y sufrimiento para el pueblo de Guinea Bisáu", manifestó expectante a Efe la votante Madeleine Ferreira Gomes en Bisáu, quien pidió a los candidatos "aceptar el veredicto de las urnas".
Desde su independencia de Portugal en 1974, Guinea Bisáu ha sufrido al menos nueve tentativas de golpe de Estado, cuatro de ellas con éxito, y en toda su historia en democracia solo el presidente Vaz ha conseguido completar hasta el final su mandato de cinco años.
En el último episodio de una prolongada crisis política, Vaz despidió a finales de octubre a Aristides Gomes como primer ministro y lo reemplazó por Faustino Fudut Imbali, creando malestar internacional y temores de que se retrasaran las elecciones presidenciales.
Pero Gomes se negó a dejar el cargo -por lo que Guinea Bisáu tuvo dos primeros ministros durante diez días- hasta que la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), poderoso organismo regional, intervino y amenazó a Vaz con sanciones si no daba marcha atrás.
Este pequeño país africano ocupa el puesto 177 de 189 en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de la ONU, y dos tercios de su población de 1.8 millones de habitantes viven con menos de dos dólares al día.
"No solo busco ejercer mi derecho como ciudadano, sino que también anhelo elegir a quien será el nuevo presidente del país durante los próximos cinco años", explicó a Efe deseoso de un cambio el votante Batista Correia.
Los resultados oficiales de estos comicios, con carácter provisional dada la posibilidad de apelación, serán anunciados el próximo 1 de enero, según lo estipulado en la ley electoral.
