Después de las 15:00 horas se desataron las balaceras, principalmente en las inmediaciones de la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa, en la zona de Tres Ríos. (EL DEBATE)
La gente corre despavorida por las balaceras, entre autos en llamas y calles cerradas por criminales, para salvar la vida, luego de la reacción de grupos armados por la detención de un hijo de Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo".
Después de las 15:00 horas se desataron las balaceras, principalmente en las inmediaciones de la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa, en la zona de Tres Ríos.
Luego de que la gente vio la circulación de gente armada, diferente al Ejército, Marina y Guardia Nacional, que se desplazaron para detener al hijo del capo, empezaron a bajar las cortinas de sus negocios en la avenida Alvaro Obregón, y más de la mitad de las rutas de transporte público suspendieron el servicio.
Las ráfagas de armas de alto poder siguieron por al menos dos horas, cerca del Salón 53, mientras un helicóptero oficial sobrevolaba la zona.
En algunos colegios próximos a las balaceras, las maestras mantuvieron a los estudiantes tirados al piso mientras dirigían rezos, como una forma de buscar protección.