Jugadores de la ASP Bismark celebran durante su juego ante la AS Coyote.
Un Día del Niño muy diferente y especial, vivieron ayer los participantes en la novena edición de la Copa Santos-Peñoles, ya que pudieron festejar haciendo lo que más les gusta: pateando el balón y anotando goles.
Fiesta completa en Territorio Santos Modelo, con el inicio de las fases eliminatorias, octavos y cuartos de final en un martes repleto de intensidad, porras, goles, celebraciones para unos, sinsabores para otros. Algunas delegaciones han tenido que decirle "adiós" a la Comarca Lagunera al quedar eliminados y despedirse de esta tierra que los ha acogido durante cinco días, mientras que otros equipos mantienen intacta su ilusión de quedarse con la corona, lo cual dilucidarán esta misma jornada, con la disputa de los partidos de semifinales y final.
NERVIOSISMO
"La porra quiere un gol, la porra quiere un gol", se escuchaban los cánticos en Territorio Santos Modelo, resonando los gritos hasta en los fraccionamientos aledaños al moderno complejo que tienen como hogar los Guerreros del Santos Laguna. El nerviosismo de los padres de familia llegó al máximo nivel en las gradas, sabiendo que no había mañana para sus hijos, pues en la ronda eliminatoria puede costarte demasiado caro un ligero descuido, eso te puede enviar temprano a casa o bien, un acierto a "la hora cero", te puede proyectar a la jornada definitoria.
Para estas fases finales, el comité organizador de este torneo, que ya está considerado entre los mejores de todo México, dispuso de otras dos sedes extras, para vivir las emociones en más latitudes de la Comarca Lagunera. Así, a las sedes utilizadas con anterioridad, se unieron las canchas de la Academia Santos - Peñoles, ubicada en el ejido Coyote, además de los campos del Club Nuevo San Isidro, donde ayer rodó el balón y hoy continuará generando adrenalina, en una mañana y tarde que se antojan repletas de dramatismo y gloria deportiva.
Una de las sorpresas para los niños en su día, fue la presencia de elementos del primer equipo de Santos Laguna, como el mediocampista Diego de Buen, quien repentinamente se plantó en el stand de bordados, para repartir numerosos autógrafos y fotografías.
