El CEESP que dirige Luis Foncerrada señaló que las calificadoras reflejan la incertidumbre que viven los inversionistas. (ARCHIVO)
El anuncio de las agencias calificadoras de ajustar a negativa la perspectiva de la nota crediticia de Pemex y de la deuda soberana de México solo muestra el nerviosismo sobre varios temas que inciden en el perfil financiero del país, aseguró el CEESP.
De acuerdo con el análisis semanal del organismo, las observaciones que realizaron las firmas internacionales dejan ver la probabilidad que existe de que baje la calificación, porque el panorama negativo que mencionan refleja que existe una probabilidad de una en tres de que se baje la nota durante el siguiente año.
Destacó que en octubre de 2018 la calificadora Fitch Ratings redujo la nota de Pemex a negativa por el deterioro que registra la empresa petrolera en su perfil crediticio, además de que afectó el anuncio de que se cambiaría la estrategia comercial de porque puede acelerarse el debilitamiento de la estructura de su capital.
A Fitch Ratings se sumaron Moody's y S&P, lo que refleja "la preocupación sobre la solidez financiera de Pemex y de que esta incida negativamente en la calificación soberana de México sigue presente en este año".En medio de ello, hay un ambiente de cautela que comienza a incidir en el flujo de inversión productiva hacia la economía nacional, como consecuencia del "debilitamiento" de la actividad productiva.
El CEESP explicó que la desaceleración de la economía tiene que ver con el nerviosismo que generaron las promesas de campaña que anticipaban programas asistenciales sin impacto económico y con importante costo para las finanzas públicas.
