Un final feliz para los animales, afortunadamente. (INTERNET)
Residentes de la isla de Stewart, en Nueva Zelanda, ayudaron a 30 ballenas que quedaron varadas en aguas poco profundas en una de sus playas.
Una vez que fueron vistas, las personas se unieron para empujar a los animales de vuelta a aguas más profundas para que ahí pudieran seguir su camino.
De acuerdo con el New York Post, la ayuda del hombre no siempre es exitosa, las ballenas pueden o lastimarse al no poder nadar propiamente, o morir de hambre si pasan mucho tiempo allí, afortunadamente, en este caso el rescate fue exitoso.
DA.