En la actualidad pueden encontrarse también insecticidas orgánicos y químicos, generalizándose su uso en la casa, la agricultura, la ganadería, la veterinaria y la medicina. (ARCHIVO)
La necesidad de protegerse de las plagas a causa de los insectos surgió desde tiempos remotos, por tanto, la historia de los insecticidas tiene también versiones rústicas.
En un principio, estos compuestos, ahora químicos, para acabar con insectos, fueron elaborados meramente con compuestos orgánicos.
Luego, oficialmente, los inicios de los insecticidas se sitúan en la época helenística, en que fueron ideados para luchar contra las moscas.
Varios siglos después, entre el XVII y el XVIII, se descubrieron las propiedades de esencias vegetales como el tabaco y el piretro para luchar contra los insectos.
La producción de los insecticidas químicos empezó ya en el siglo XX, en base a productos sintéticos, aunque debido a sus efectos tóxicos, fueron sometidos a revisión ya entrando el siglo presente.
Así, en la actualidad pueden encontrarse también insecticidas orgánicos y químicos, generalizándose su uso en la casa, la agricultura, la ganadería, la veterinaria y la medicina.