TORREÓN, COAH.- Sin resolver sigue el homicidio de Santiago Berumen Caro, “El Chago”, a quien degollaron con un pico de botella en la plaza del ejido La Concha, de este municipio, el pasado 29 de marzo del presente año. En este caso hubo un detenido, pero el Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal no pudo demostrar en forma fehaciente su culpabilidad.
Casi han transcurrido 6 meses desde que la madrugada del 29 de marzo del año en curso, Berumen Caro, de 24 años de edad, que sufría de discapacidad para caminar y tenía que movilizarse apoyado con muletas, luego que tiempo atrás fuera arrollado por un vehículo de manera intencional, todavía no ha sido resuelto su crimen, pese a que en un tiempo la Agencia del Ministerio Público, Mesa I, Coordinación B, a cargo de Nora Élida Solís González, detuvo a una persona como presunta responsable de los hechos, sin embrago, días después salió en libertad.
El detenido fue Luciano Luna Gallegos, de 42 años de edad, vecino del mismo ejido, profesor pensionado por insanidad mental, ya que padece de los nervios desde hace 24 años, y sufre de esquizofrenia, confesó su crimen, por lo que se le detuvo días después del crimen por caso urgente.
El presunto homicida manifestó que una semana antes de cometido el homicidio, fue dado de alta de un hospital psiquiátrico de Saltillo, e incluso reconoció haber estado internado en le clínica del doctor Dionisio Sánchez Guerrero. Tiene problemas para dormir, por lo que está bajo tratamiento médico y la madrugada del crimen, andaba en la calle del ejido cuando frente a la plaza se encontró con Santiago Berumen Caro.
Según versión del inculpado, el occiso le preguntó que qué andaba haciendo, a lo que respondió que iba rumbo a la iglesia a comer, fue entonces cuando Berumen Caro le dijo que estaba loco y que carecía de progenitora.
Lo anterior molestó mucho a Luna Gallegos, sobre todo porque hacía varias semanas murió su mamá, por lo que le dijo que no lo volviera a insultar y acto seguido forcejearon con una botella de caguama, quebrándose uno de los varios envases vacíos que ahí estaban.
Enfurecido porque le dijeron loco pero sobre todo por el recordatorio materno, tomó uno de los envases quebrados y con él asestó tremendo tajo en el cuello de su antagonista, del cual comenzó a brotar la sangre a borbotones.
Cuando cayó Santiago, todavía su agresor le alcanzó a herir en la espalda, ocasionándole otra severa herida, sin embargo la mortal fue la del cuello.
Debido a las graves lesiones ocasionadas por el vidrio de la botella, “Chago” cayó al piso inconsciente, y fue cuando Luna Gallegos lo movió para “despertarlo”, pero como no le respondió, lo que hizo fue abrocharle el último botón de la camisa y luego se fue a su casa.
Ya en su vivienda, se lavó las manos que estaban ensangrentadas y el agua la arrojó al patio de la vecina, tras lo cual se acostó, olvidándose de todo lo ocurrido.
Temprano, por la mañana del mismo viernes 29 de marzo (pocas horas después de cometido el homicidio), se arregló para participar en el Vía Crucis que se realizó en el ejido La Concha con motivo de la Semana Santa y en donde él asumió el papel principal, llevando la cruz de Jesús.
Antes de llegar al lugar de reunión de donde partiría el contingente, se encontró con María de la Paz, conocida como Mariquita, tía de Santiago, quien le dijo que habían matado a su sobrino, a lo cual respondió quien más tarde interpretaría a Jesucristo, que no podía ser cierto, pues él lo acababa de ver. Para esto ya se había tomado las pastillas de su tratamiento que le dio su hermano Misael.
Al término de la procesión en donde se representó la Pasión y Muerte de Cristo, el profesor pensionado fue a la casa de su tía Albina Luna, donde comió y ya por la tarde, acudió al velorio de su “amigo Chago”, donde manifestó a los ahí presentes que se hallaba consternado por el suceso, ya que él siempre apreció mucho al occiso.
Fue uno de los hijos de la tía Albina, su primo, del cual no se proporcionó su nombre, quien declaró al Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, que vio cuando Luciano llegó a su casa la madrugada del Viernes Santo, con las ropas ensangrentadas.
Lo anterior ocasionó la movilización de los elementos del Grupo de Homicidios de la Policía Ministerial, que en poco tiempo dieron con el paradero del presunto y lo capturaron, para luego trasladarlo a las instalaciones de la corporación en Torreón.
El inculpado dijo no recordar nada al respecto, ya que luego que vio a Santiago perdió la memoria, cual si fuera una “laguna mental”.
SOSPECHOSO PERO LIBRE
Pese a contar con la confesión ministerial del presunto homicida, el profesor pensionado Luciano Luna Gallegos, así como la de testimoniales que lo vieron con las ropas llenas de sangre, el Ministerio Público permitió que el detenido saliera en libertad y hasta la fecha se ignora si realmente cometió el homicidio o bien fue otra persona, el caso es que aún sigue sin resolverse el homicidio de “El Chago”.
Antecedentes:
· El cuerpo sin vida de Santiago Berumen Caro, es encontrado la madrugada del 29 de marzo de 2002, en una de las esquinas de la plaza del ejido La Concha, de este municipio.
· Días más tarde, agentes de la Policía Ministerial, orientados por la declaración del primo del presunto, en el sentido que lo vio con la ropa ensangrentada, detienen a Luciano Luna Gallegos.
· El inculpado manifiesta tener lagunas mentales, ser paciente psiquiátrico y padecer esquizofrenia.
· Tiempo después es dejado en libertad y la Agencia del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, bajo la coordinación de Gerardo Villavicencio Valdés, da carpetazo a este caso o por lo menos ya no se acuerdan de él.
Fuente: El Siglo de Torreón.
