La mayoría de las arritmias son inofensivas, pero algunas pueden ser serias e incluso mortales.
Escuchar la palabra “irregular”, en relación con el ritmo cardíaco de un niño puede ser preocupante y aterrador. Sin embargo, identificar un latido cardíaco irregular en una revisión de rutina, tiene afecciones que son normales e inofensivas.
Algunos superan los latidos cardíacos irregulares espontáneamente, otras veces la afección se puede controlar con medicamentos. El pediatra puede canalizarlo a un cardiólogo para diagnosticar el problema y controlar la afección.
Hay pequeños que no experimentan síntomas notables cuando tienen un ritmo cardíaco irregular. Otros pueden ser demasiado jóvenes para verbalizar lo que sienten. Los bebés, por ejemplo, pueden parecer cansados, inquietos y tener problemas para comer.
SÍNTOMAS
Para los menores que logran describir cómo se sienten, los siguientes signos pueden indicar un latido cardíaco irregular: sentirse cansados o débiles, mareados o aturdidos, tener palpitaciones o una sensación de aleteo en el pecho, experimentan dolor en el pecho, sus latidos se sienten rápidos, lentos o fuera de ritmo, sensación de falta de aire o dificultad para respirar, palidez, transpiración o sienten que se van a desmayar o sí se desmayan.
Si los síntomas de tu hijo son leves, debes acudir con su pediatra de inmediato. Si los síntomas son más graves o ponen en peligro la vida, acude al departamento de emergencias más cercano.