Híbridos, resultado de una evolución

Es extraordinario cómo en los últimos años, el sector automotor ha evolucionado. A pesar de que no es tan visible este avance como lo es en el mundo de los gadgets, la industria automotriz ha avanzado de manera tan paulatina que pareciera que sus pasos transicionales han sido una cuestión de conformismo.

Contrario a la industria de la tecnología, donde sus cambios son visibles en el contexto de las formas y tamaños, en el mundo de los autos se ha perseguido primordialmente un objetivo: que los vehículos sean menos contaminantes con el medio ambiente.

De ahí que todo mundo que habla sobre los autos eléctricos y que el futuro de la movilidad vaya para allá. Sin embargo, lo cierto es que aún faltan muchos años para que esta transición se dé por completo en todo el planeta. Sobre todo, porque los países subdesarrollados no van al mismo paso que los de primer mundo.

Así, pues, nada de lo que hoy se habla en materia de movilidad eléctrica hubiera sido posible sin la existencia de los vehículos híbridos. Estos abrieron la puerta a esta tendencia y demostraron que el interés de la gente por emitir menos contaminantes era una situación real y no una mera apariencia.

Hace 30 años era imposible pensar que un automóvil "común" podría tener dos motores, uno eléctrico y uno de gasolina. Más inconcebible aún que podrían funcionar de manera conjunta o por separado según las demandas de consumo de cada conductor.

Aunque muchos auguraban un fracaso rotundo, el sistema híbrido es al día de hoy un éxito total, al grado que esta patente es empleada por casi todos los fabricantes de automóviles. KIA no es la excepción y su interpretación de esta ingeniería viene en una presentación muy inteligente, ya que acapara dos de los segmentos de mayor crecimiento en el mercado global: las SUVs y los híbridos.

Su espacio en el mercado. Después de entender que el Niro es una SUV enfocada a la eficiencia, es primordial mencionar que el tamaño es muy similar al de una Chevrolet Trax o Honda HR-V. De esta manera, este modelo ocupa un lugar dentro del abanico de modelos de KIA entre sus modelos Sportage y Soul.

Independientemente del agradable diseño que ofrece este SUV y que no cae en radicalismos como si lo hace el Toyota Prius, lo mejor lo encontramos en el manejo. En especial cuando nos damos cuenta que el medidor del tanque de gasolina no baja nada rápido. Lo anterior es debido a que al conducir a bajas velocidades, al bajar una pendiente sin acelerar o cuando está detenido en un alto, el sistema opera únicamente con el generador eléctrico, esto quiere decir que no consume una sola gota de gasolina. Así que, a diferencia de un vehículo convencional, el mejor aliado del Niro cuando hablamos de eficiencia son los embotellamientos.

Una de las grandes ventajas de este Niro, así como de cualquier otro vehículo híbrido, es que al despegar, al manejar a un ritmo más rápido o acelerar de forma resuelta el motor a gasolina hace su aparición. Aquí lo interesante es que ambos generadores pueden trabajar de manera conjunta para alcanzar más poder.

Es importante aclarar que, a diferencia de los automóviles 100 por ciento eléctricos o de los híbridos enchufables, en el Niro no es necesario conectar el vehículo a una estación de carga de energía eléctrica para alimentar al paquete de baterías. Este mismo es recargado mediante la fuerza generada al frenar, dejar de apretar el acelerador en pendientes de bajada, o bien, con el funcionamiento del motor a gasolina.

A pesar que se trata de un vehículo con un alto nivel de tecnología, el interior con capacidad para cinco pasajeros mantiene un diseño similar al del resto de la gama de KIA. La única diferencia la encontramos en el cuadro de instrumentos que, además, de mostrarnos el clásico velocímetro, nos entrega información del funcionamiento del sistema híbrido, del modo de manejo y las cifras de consumo.

Teniendo en cuenta todo lo anterior y considerando los precios de la gasolina por los que hay que pagar en nuestro país son altos, es un hecho que tener un vehículo híbrido como el Niro resulta una gran opción por el bajo consumo de combustible. Éste incluso supera, al circular en ciudad, a los autos a diésel.

Al mismo tiempo, un vehículo de esta naturaleza se beneficia de otra clase privilegios que al final se reflejan en criterios económicos. Tales son: la anulación del pago de tenencia, el impuesto sobre vehículos nuevos y la verificación en caso de habitar en un lugar donde aplique este requisito.

El KIA Niro tiene más de un año en nuestro mercado y se ofrece desde $483,900 pesos.