Juárez, figura señera
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Impulsado por su interés en estudiar y prepararse, decide marchar a pie hacia la ciudad de Oaxaca, donde su hermana Josefa trabajaba como doméstica en casa de la familia de don Antonio Maza, rico español avecindado en la Ciudad. El Sr. Maza, al observar a aquel humilde pastorcito vestido de manta, permitió que se alojara por unos días en su casa, pero ni remotamente el Sr. Maza pudo imaginar en aquel instante, que ese pastorcito que le suplicaba alojamiento, con el tiempo, llegaría a formar parte de su familia al casarse con su hija Margarita el 31 de julio de 1843.
En esta dura prueba que el pequeño Benito recibe de la vida misma, seguramente le causaría profundas heridas emocionales, las cuales, sin embargo, le habrán ayudado a fortalecer su carácter para hacer frente a contingencias mayores que padecería en etapas venideras. Por supuesto, no es fácil remover sus raíces y analizar la formación de su núcleo de identidad personal, esa fortaleza de ánimo para enfrentar todas estas situaciones de alto riesgo, con inusitada serenidad y actitud estoica.
Fortaleza
Benito Juárez tuvo que superar obstáculos y circunstancias extremas, que no sólo lo obligaron a cambiar la posible ruta de su destino en aquella comunidad de su nacimiento, sino que lo impulsaron para alcanzar las alturas de los hombres predestinados a la grandeza y a la admiración. Su naturaleza e idioma zapotecos, su temprana orfandad, pobreza y marginación que le impuso la vida al nacer en las escabrosas montañas del Sur, no le impidieron ubicarse en el camino de la educación, por obra de conciencias piadosas que alimentaron su intelecto y fortalecieron su voluntad para salir de sus ingratas condiciones de origen.
A los estudiantes de educación secundaria y grados superiores, les interesará ampliar sus conocimientos sobre esta etapa de la historia de México, particularmente sobre la vida y obra de don Benito Juárez, que siempre será una motivación para la niñez y la juventud: ningún ejemplo más digno de imitación que la del indio zapoteca nacido en un poblado al que, en lo personal, no lo he visitado alguna vez, aunque para estas fechas (2018), ya lo tenemos como propósito familiar.
Ralph Roeder, nacido en Nueva York el 7 de abril de 1890, que escribió su monumental obra “Juárez y su México”, viajó a Oaxaca, y remontó la sierra para llegar al pueblo de Guelatao, donde se inicia la fascinante historia de este hombre destinado a ser de los escogidos, un ejemplo permanente para las nuevas generaciones de entonces, de ahora y de siempre.
Universalmente Juárez ha sido reconocido como un hombre excepcional, dotado de una fortaleza profunda, que aunque le faltaran elementos de seguridad externos, supo mantener el equilibrio interior.
Valores
Desde niño, Benito pronto aprendería que la dignidad de la persona nivela al rico y al pobre; que todas las razas del país y del mundo, hombres y mujeres, merecen respeto. Nunca perdió de vista estos valores universales para bien de su persona y de la población de México y de la Tierra, de aquella época y de siempre.
Ocupó la Presidencia de la República durante 14 años (1858-1872). De su obra destacan: La expedición de las Leyes de Reforma (1859) y la defensa de la integridad nacional ante la Intervención Francesa y el efímero imperio de Maximiliano de Habsburgo (1862-1867).
Don Benito Juárez murió siendo presidente de la República el 18 de julio de 1872.
Profr. Claudio Taboada Elizalde
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