El torreonense Miguel Ángel Riquelme Solís, del oficialista PRI, tomará protesta esta mañana en el Palacio Legislativo de Saltillo. (ARCHIVO)
Por primera vez en medio siglo un lagunero asumirá hoy la gubernatura de Coahuila. El torreonense Miguel Ángel Riquelme Solís, del oficialista PRI, tomará protesta esta mañana en el Palacio Legislativo de Saltillo, con lo que relevará en la máxima magistratura estatal a Rubén Moreira Valdez.
El último gobernador nacido y forjado políticamente en La Laguna fue Braulio Fernández Aguirre (1963-1969), originario de San Pedro de las Colonias, pero que hizo su carrera política en Torreón.
Aunque también se puede mencionar el caso de Eliseo Mendoza Berrueto (1987-1993), quien aunque nació en San Pedro de las Colonias, desde la infancia vivió en Saltillo y se forjó políticamente en la Ciudad de México.
Respecto a Francisco José Madero, quien fue gobernador sustituto de Óscar Flores Tapia, es decir, no electo, nació en San Antonio, Texas, aunque su carrera política la desarrolló en Torreón.
Desde 1948, cuando el Congreso Local designó a Raúl López Sánchez como gobernador interino, los coahuilenses no tenían un gobernador nacido en Torreón.
Riquelme asume el poder después de un intenso conflicto postelectoral de más de cinco meses que apenas el pasado viernes 24 de noviembre concluyó con el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que validó su triunfo en medio de cuestionamientos de los excandidatos de oposición.
Bajo un fuerte dispositivo de seguridad, el priista tomará protesta ante los diputados locales de la LX Legislatura en una sesión extraordinaria que inicia a las 8:00 horas. Tras el acto legal protocolario, se trasladará al Salón Villa Ferré en donde a las 12:00 horas ofrecerá un primer mensaje a la ciudadanía.
Aunque han corrido numerosas versiones sobre la conformación de su equipo de trabajo, hasta ayer sólo estaban confirmados Blas José Flores, como secretario de Finanzas, y, de acuerdo con fuentes cercanas a Riquelme, José María Fraustro, como secretario general de Gobierno; ambos son saltillenses.
Tras seis años de gobierno, Rubén Moreira deja el poder con una disminución de los índices delictivos del 90%, según datos oficiales, y una generación de 170 mil nuevos empleos.
No obstante, deja también una deuda pública de 38,000 millones de pesos, superior a la que recibió en 2011 del sexenio de su hermano Humberto Moreira y Jorge Torres López, y que la administración que hoy inicia deberá reestructurar por tercera vez.
Moreira publicó ayer un vídeo en donde agradeció a los coahuilenses el apoyo brindado y dijo que Riquelme "será un gran gobernador". Por la mañana estuvo en Torreón en donde encabezó su último acto oficial en esta ciudad en el edificio de la Presidencia Municipal.
En Saltillo, causó revuelo la denuncia pública que el alcalde Isidro López, del opositor PAN, hizo contra Moreira por supuestos insultos y amenazas tras haber solicitado la entrega de recursos que presuntamente se deben a la capital estatal.
La respuesta del ahora exgobernador fue: "yo siempre he pugnado por la protección a los animales; además sería incapaz de hacerle algo". (Con información de P. Sánchez y R. Arellano)
