Columnas Social

Las palabras tienen la palabra

Juan Recaredo

Somos como los animales

Este tipo es un pescado enjabonado… quiero decir, que el sujeto me debe una buena lana y no la quiere pagar, se escabulle, se hace el resbaladizo, se me vuelve ojo de hormiga y no lo puedo encontrar para que me pague.

Mi cuñado es una bestia, es un animal. Lo que quiero decir es que el tal cuñadito es rudo, ignorante y tosco en su manera de hacer las cosas. En cambio, mi hermano es una águila, siempre está listo para reaccionar, o es un lince, porque tiene una gran agudeza en la mirada y "no se le escapa nada".

Es muy frecuente que en nuestro hablar cotidiano usemos a los animales como símbolos de alguna cualidad o defecto para aplicárselo a personas que se destacan por esa misma característica.

Un chico muy avispado es listo como una avispa, pero su compañero es muy burro porque no estudia, o en otro caso, mi tío es un burro para trabajar porque no se cansa nunca. Los asistentes a un mitin partidista frecuentemente son calificados de borregos porque siguen las tendencias, las decisiones y las acciones de los demás, sin aplicar un juicio propio.

Entre mis amigos, nunca falta uno que es un camaleón, porque cambia de opinión o de actitud como cambiar de calcetines, según "de a como le convenga", y el edificio que compró es un elefante blanco, que así se le llama a algo que representa una gran inversión y no da el suficiente rendimiento como para ser costeable.

Hay una actriz y cantante que dicen que es una leona porque tiene un carácter fuerte, es muy imperiosa y no se deja que le digan, le hagan o le critiquen. Por su parte, mi comadre se queja de que la secretaria del compadre es una lagartona, o sea, que es astuta y taimada como una zorra, mientras que su jefe es un dinosaurio, o sea, que es de edad avanzada y todavía quiere regirse por principios obsoletos y además siempre está custodiado por sus gorilas, que son dos mastodontes que no se le despegan ni para ir al baño.

Mi vecina es una coneja porque casi siempre está embarazada y eso que ya tiene como diez o doce hijos, pero además es una hiena porque se la pasa "comiendo prójimo", que es como se dice coloquialmente contar chismes y criticar todo lo que hacen los demás. Por eso, yo creo que Dios la castigó mandándole a ese hijo "mariposón" que se viste de mujer y siempre anda detrás de otros muchachos porque no le gustan las mujeres. Yo no sé que haría yo si me saliera un hijo así. ¡Imagínese qué oso! ¡Qué vergüenzas me haría pasar!

Al otro hijo de la vecina le dicen el caracol, por arrastrado, conchudo y baboso, y cuando lo agarraron los de la patrulla, allá va la mujer a decir que su hijo era una blanca palomita, incapaz de hacer una maldad, pero como le decía yo: lo que pasa es que a la hora de la hora, se hace pato y pone su cara de mosquita muerta. ¿No cree usted?

ESCRÍBALE A JUAN RECAREDO:

[email protected].

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Manuel Galaviz quiere saber el significado de la palabra "fascineroso".

RESPUESTA:

Facineroso es un hombre malvado, un delincuente habitual. La forma correcta de escribir esta palabra es "facineroso", o sea, que no debe llevar la SC.

Y me voy con una frase que dicen que dijo un día Mao Tse Tung: La política es una guerra sin sangre y la guerra es una política con sangre. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

 LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

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