REFRANERO DEL QUIJOTE
Gracias al ingenioso ardid que realiza Basilio, el pobre, finalmente éste logra casarse con la hermosa Quiteria, quien estuvo a punto de convertirse en esposa de Camacho, el rico.
Don Quijote, a pesar de que confiesa: "Yo no soy casado, ni hasta ahora me ha venido en pensamiento serlo", da, sin embargo, a Basilio una serie de consejos sobre el matrimonio. Sancho, que sí es casado, al oír a su amo va meditando en voz alta las reflexiones que le suscitan las palabras de don Quijote, y éste le dice:
"- ¿Qué murmuras, Sancho?
- No digo nada ni murmuro de nada -respondió Sancho-; sólo estaba diciendo entre mí que quisiera haber oído lo que vuesa merced aquí ha dicho, antes que me casara, que quizá dijera yo ahora: 'EL BUEY SUELTO BIEN SE LAME'
- ¿Tan mala es tu Teresa, Sancho? -dijo don Quijote.
- No es muy mala -respondió Sancho-, pero no es muy buena, a lo menos, no es tan buena como yo quisiera".
Al invocar Sancho el refrán "el buey suelto bien se lame", le quiere dar a entender a don Quijote que extraña la libertad de su soltería.
J.A García Villa
@jagarciavilla