¡Libérate ya, México!
¿Cuándo fue la última vez que Peña Nieto o cualquier anterior presidente mexicano llamó por teléfono (o tuit) al dueño de una empresa mexicana maquilando en el exterior para decirle: “reduciré impuestos a todo aquél que produzca en México, pero si no te regresas a producir ‘pa acá...te saldrá más caro vender aquí tus productos”?. La respuesta es... nunca (por eso casi todo lo que se vende en México es hecho en China).
Querido México!, libérate ya del zombismo globalista. Ya es tu hora de ser un país con auto-determinación real, en donde tú (no el Estado ni la ONU) escribas el libreto de tu propia vida.
Hemos sido creados para grandes cosas, no para ser un vagón más de muchos enganchados a la locomotora globalista. Un vagón es inerme, no tiene fuerza propia ni dirección propia; va hacia donde lo estiren o lo empujen (incluso al abismo). Seamos sinceros, la locomotora del globalismo lleva ya varias décadas jalando vagones por una vía que conduce al vacío: endeudamiento, inflación, pobreza, destrucción familiar, conflicto, violencia y guerras. Recientemente, varias locomotoras que iban entre los vagones despertaron a este hecho y se han salido del tren globalista para ir en búsqueda de sus propios destinos.
Me atrevo a decir que México es quizá el país más rico del mundo en recursos naturales (proporcional a su territorio), y es una pena ver cómo el status quo político-mediático indignado exige que sea nuestro vecino quien se haga cargo de nuestra gente!.
¿Acaso no hay lugar aquí en México para los nuestros? ¿Es ese el Sueño Mexicano moderno? Esto me dice que de los 4 poderes en México (5 con la ONU) no se hace uno (hablando de poderes humanos, claro). Lugar siempre habrá en México.
Para recibir a los nuestros con dignidad hay que reducir impuestos radicalmente. Esto liberará el verdadero potencial del pueblo mexicano y la capacidad de toda persona dispuesta a echarle ganas. Con un impuesto único del 10% todo bajaría de precio excepto tu salario, que recuperaría su poder adquisitivo enormemente y rápido.
Veamos el porcentaje que el mexicano promedio paga al sistema político: ISR35%, IVA16%, tenencias, permisos, cuotas, licencias, inflación (impuesto oculto), gasolinazos, gaserazos, pavimentazos, predialazos, placazos, telefericazos, publicitazos, farandulazos-espectáculos... les aseguro que se acerca al 90% de impuesto; un mundo al revés que solo genera monopolios públicos y privados (casi siempre ligados entre sí), además de pobreza, dependencia y tiranía.
Recuperemos la libertad de escribir la historia de nuestra propia nación con plena independencia, sin malicia ni odio para nadie, y con amor al prójimo.
Antonio Gerardo Arias Galán
Torreón, Coahuila
