En este nuevo triunfo, en Copa Oro, de México 4-1 ahora ante Costa Rica, la gran estrella no fue Javier Hernández sino todo el equipo mexicano que jugando con alegría y determinación, especialmente por banda izquierda, desde temprano se apoderó del balón para hacer goles que fue un contento.
Talavera sólo fue exigido por Marcos Ureña, quien en un segundo intento anotó el único gol de Costa Rica en el segundo tiempo donde México aflojó el paso, teniendo desatenciones defensivas, mientras que "Chicharito" seguía en el intento de buscar un gol, que nunca anotó.
En la banca de "Chepo" de la Torre, empezando con el técnico nacional, el ambiente era tranquilo, donde Yayo de la Torre tomaba notas en su pizarra y Navarro comentaba con el técnico los movimientos que podrían ayudar más en la goleada a los ticos.
Todos los goles fueron la culminación de jugadas explosivas, empezando con el de Rafa Márquez, de cabeza, los dos de Guardado y el de Pablo Barrera a gran jugada de Salcido, quien salió de maestro de la defensa y el ataque. Gio también intentó pero Navas, el arquero, lo nulificó.
El primer tiempo dejó una grata impresión, y es que no había casi errores de parte de los mexicanos, lo que no se repitió en la segunda parte, pero algo se avanzó ya y sobre todo ante un rival al que siempre se le había guardado respeto y que ayer casi se apagó.
Hasta ahora la separación de los cinco seleccionados mexicanos no ha pesado, y esto le ha permitido a los que quedaron sacar la casta, como lo hizo ya Rafa Márquez, quien ayer inició el rosario de goles que pudieron ser más pero se toparon con las facultades de Navas.