Los viejos moldes, las arraigadas costumbres en el deporte van cambiando, lenta pero firmemente. Nos enterábamos que en París, una revista que cada año otorga el famoso Balón de Oro, sólo a jugadores que militan en el futbol europeo, modifica su actitud.
Porque se reconoce que en todo el mundo hay jugadores con suficientes méritos para ser considerados los mejores. Y es que el futbol es una de las ramas más democráticas en cuanto a considerar a quienes destacan, en cualquier parte del globo
Hoy nos da gusto que México, en futbol tenga material de exportación. Pavel Pardo y Ricardo Osorio brillan en el Stuttgart de Alemania, Giovanni lo hace en el Barcelona, Carlos Salcido en el PSV, Andrés Guardado en el Deportivo de España.
En España, Rafael Márquez ayer mismo volvía no sólo a mostrar su calidad, sino que colaboraba con uno de los cuatro goles con que el Barcelona humilló al Zaragoza, y en ese mismo partido Giovanni dos Santos aparecía pocos minutos.
Esta nueva disposición de darle oportunidad a los jóvenes, obligando a los equipos a utilizarlos determinado número de minutos, está ya dando excelentes frutos. De ahí sale gente como Giovanni y Andrés Guardado, y hay más en la banca.
Esos campeonatos “sub” donde se muestran las caras nuevas, han servido para que el mundo conozca a los jóvenes campeones. Así se presentaron un día Ronaldinho, Kaká y México ya tiene uno de estos títulos mundiales como estímulo a lo que se hace aquí. .
