Borgetti descubre su lado periodista

Jared Borgetti ha dejado de ponerse botines y espinilleras; ahora viste saco y una corbata roja, se sienta frente a un micrófono y habla de lo que más le gusta: el futbol.

Funge como una especie de "Robin Hood" de los futbolistas; a quienes defiende de aseveraciones de quienes se dedican al periodismo; dice lo que alguna vez de jugador no pudo expresar.

"Al acabar el juego de Leyendas, muchos de los futbolistas retirados me dijeron su gusto por escucharme defender a los jugadores en la televisión, que era el único que lo hacía. Ese sentimiento para mí me dice que hago las cosas bien. Está padre esto, pero uno no tiene que olvidar que estuvo en esto de ser futbolista", cuenta el exsantista.

Borgetti ve el panorama de los dos lados; ha sido jugador y periodista. El trato entre ambas partes a veces no es fácil, el jugador no quiere hablar y el reportero presiona. "A veces escriben lo que piensan, pero no es la realidad", comenta Jared.

Para Borgetti, las clásicas frases de los jugadores no son obra de la casualidad, sino que existen debido a la pobreza de preguntas que realizan los reporteros.

"Muchas veces el periodista tiene que ponerse en el lugar del jugador. Acá nos reclaman porque el jugador siempre se expresa igual, y tienen razón. Así contestamos muchos porque siempre nos hacen la misma pregunta, ¿Qué quieren que les conteste?", dice.

"Si me hacen la pregunta yo contesto lo que es: lo mismo. Los periodistas deben cambiar. Si quieren otras preguntas y respuestas... ¡Pues hagan preguntas diferentes!", fustiga.

El goleador histórico del Santos reconoce que, en la mayoría de los casos, el jugador no tiene mucha preparación académica, pero eso no quiere decir que no tenga educación.

"Educación tenemos, eso nos lo dieron nuestros papás. Es muy diferente a contestar bien o dar una buena respuesta, eso te lo darán personas que están preparadas, leen más o tienen facilidad de hablar. La mayoría acabamos la secundaria y otros, muy pocos, la preparatoria".

¿POR QUÉ SANTOS LAGUNA NO FIGURA A NIVEL NACIONAL?

Jared se declara santista al cien por ciento; su sangre es verdiblanca y la piel se le enchina cada vez que habla del equipo con el que mayor éxito tuvo. Aunque en su trabajo en ESPN no habla del tema como él quisiera; en la Ciudad de México no le dan mucha importancia y Borgetti explica:

"Por más que queramos que hablen de Santos, no se va a poder. Es algo que no va a cambiar. La historia que tienen equipos como América y Chivas se quedará por siempre. Es muy difícil que un día hablen más de Santos que del Guadalajara, aún porque pelea el descenso.

"Santos se gana más minutos en la televisión nacional por sus logros, pero igualarlo a los otros equipos es casi imposible; aunque hoy se habla más que antes. Hace años solo daban el resultado y ya".

Pero la televisión es un negocio, y eso lo tiene claro el ex número 58 de los Guerreros.

"Tienen que buscar vender. La televisión vive de eso, de dar las notas que para la mayoría de los aficionados les interese. Realmente hay mucha gente que dice: '¿A mí que me importa cómo quedó Santos?'".

HAY QUE SABER PERDER

Los técnicos y futbolistas raramente aceptan que un rival fue superior. Borgetti analiza esa situación y pone como ejemplo a su amado Santos y el rendimiento que tuvieron contra el América en las semifinales de Concacaf Liga de Campeones.

"Santos no merecía ganar si realmente su intención no era ira ganar. Lo poquito que jugaron contra Cruz Azul (en la Liga MX) les hubiera alcanzado para salir victoriosos en el Azteca, así de fácil, no hay que buscar excusas.

"Yo a veces digo: ¿Por qué no podemos decir que el rival fue mejor que nosotros? La respuesta es por qué el aficionado siempre pide ganar, que siempre sean campeones, si no, se enojan", comenta.

Inglaterra fue el lugar donde Borgetti comprendió muchas situaciones y actitudes de futbolistas, aficionados y directivos en México. Borgetti lanza un mensaje a todos los involucrados en el futbol cuando no pueden ganar un encuentro.

"Una de las cosas que aprendí en Inglaterra, fue que cuando el rival era mejor que nosotros, la afición aplaudía el esfuerzo a pesar de que íbamos perdiendo. Eso generaba una situación lamentable, tenía que revertir eso para darles esa alegría".

"No hay que aprender a perder, hay que saber y reconocer cuando alguien es mejor que tú".