Pese a eliminación, Perú deja una buena sensación

Superó las expectativas iniciales, de tal suerte que jugar por un tercer puesto será para Perú algo impensado si se tiene en cuenta que su técnico Ricardo Gareca lleva menos de cuatro meses de trabajo al frente de su plantel.

Pero de cualquier forma, la derrota en semifinales resulta dolorosa.

Perú, campeón de la Copa América en 1939 y 1975, puede considerarse muy afortunado por haber avanzado en un grupo que incluía a favoritos como Brasil y Colombia. Sobreviviente de esa puja y tras haber dejado a Bolivia en el camino con un 3-1 en cuartos de final, la selección incaica vio rotas sus aspiraciones el lunes ante un Chile que lo venció 2-1 en las semis en un estadio Nacional hostil e intimidatorio.

La expulsión del zaguero central Carlos Zambrano por roja directa dejó a Perú con uno menos y a merced de Chile, que se puso en ventaja sobre el filo del primer tiempo con gol de Eduardo Vargas, autor de otro en el complemento cuando reinaba la incertidumbre por la igualdad transitoria de Gary Medel en contra.

Aunque un cuarto puesto no estaría mal para este equipo armado a las apuradas, Perú podría aún subirse al podio cuando se enfrente por el tercer puesto el viernes en Concepción, con el perdedor del duelo del martes entre Argentina y Paraguay. La final del sábado será entre el ganador de ese duelo y el Chile de Jorge Sampaoli.

Perú, al golear 4-1 a Venezuela, se clasificó tercero en la última copa de 2011 en Argentina, cuando Paolo Guerrero fue máximo artillero con cinco anotaciones. Pero los incaicos no venían tan en capa caída como en este torneo.

Guerrero, atacante del Corinthians de Brasil, no pierde su calidad ni su rol determinante en la selección. Tres goles de clasificación, semifinales nuevamente y la posibilidad de aumentar su cuenta.

"Luchamos hasta el final, un final que no me cobran un penal, luchamos hasta último minuto y creo que si hubiésemos estado once contra once otra hubiese sido la historia", destacó Guerrero.

En su primera experiencia como técnico de una selección, el argentino Gareca le devolvió a Perú su identidad de toque y juego colectivo, donde se lució Guerrero con un triplete ante Bolivia.

El "flaco" Gareca, reemplazante del uruguayo Pablo Bengoechea, conocía al fútbol peruano porque se consagró campeón del Apertura del 2008 con Universitario de Lima, aunque sus mayores éxitos fueron con Vélez Sarsfield de Argentina, con el que ganó cinco títulos. Antes de asumir como técnico de Perú, su última experiencia fue en Palmeiras de Brasil, donde fue despedido en septiembre último tras disputar 13 partidos.

Perú arrancó con una derrota 2-1 con Brasil, doblegó 1-0 a Venezuela e igualó sin goles ante Colombia, y después de sortear el escollo boliviano, su sueño de campeón se estrelló contra Chile.