La emoción se desbordaba en el autobús de la victoria que llevó al plantel de Santos Laguna a recorrer las tres ciudades hermanas, Lerdo, Gómez Palacio y Torreón, para celebrar la obtención del quinto campeonato albiverde.
El presidente del club, Alejandro Irarragorri, demostró su agradecimiento a los aficionados que coparon las calles laguneras: "al ver esto sólo puedo agradecer el que somos un equipo que ha sabido ser buen depositario de los sueños e ilusiones de una gran afición, que hoy nos demuestra una vez más el inmenso amor que le tiene a esta camiseta y sus deseos de compartir una gran alegría que es de todos, nuestra afición se lo merece".
Al tiempo que bañaba en cerveza a este reportero en medio de la euforia, el dirigente santista afirmó que: "el sentimiento que se genera al recibir tanto cariño es el de seguir trabajando, de mañana levantarnos para tener un nuevo día de trabajo en el que vamos a realizar nuestra labor todavía con mayor pasión, para seguir convirtiendo a este club en una institución modelo que brinde alegrías siempre bajo la premisa de ganar sirviendo".
El juvenil Sergio Ceballos no vaciló en demostrar su algarabía por estar en al autobús de la victoria, y recordó que no hace mucho fue uno de los aficionados que seguían el paso de los campeones: "estoy muy contento, muy emocionado. Muchas veces me tocó estar del otro lado, ahí abajo del autobús como un aficionado más, y hoy me toca estar acá arriba y disfrutarlo todavía más. Doy gracias a Dios porque me permite vivir esta experiencia que nunca la voy a olvidar en mi vida", señaló.
"Ceballitos" se dijo agradecido por tener la oportunidad de defender los colores que una vez él idolatró: "es el sueño de todos los que juegan futbol, el poder debutar, mantenerse en la primera división y un día ser campeón. Mi caso es especial porque además me toca jugar y celebrar el título con el equipo de la ciudad en la que nací, del que toda la vida he sido aficionado".
Javier "Chuletita" Orozco fue quizá el jugador que más gozó la obtención del campeonato, y a bordo del autobús confesó que será un momento que guardará para siempre en sus recuerdos: "se siente muy bonito, uno puede celebrar solo, pero cuando ves a tanta gente que comparte este sentimiento, que se alegra por tus triunfos, la alegría simplemente no se puede describir. Nunca en mi vida me imaginé que iba a vivir algo así".
Orozco Peñuelas ponderó a la perseverancia como su gran virtud durante el complicado torneo que tuvo frente al arco rival: "la gran cualidad del equipo es que nunca se da por vencido, y esa actitud la he tomado para mí. Nunca rendirse, nunca bajar los brazos, el esforzarse siempre un poco más es lo que nos permite ser mejores y alcanzar grandes metas como la que hoy estamos festejando", aseguró.
Con un sombrero charro de color rojo en su cabeza, la espigada figura del africano Jorge Djaniny Tavares era de las más llamativas en la celebración albiverde, y al portar una prenda netamente mexicana aclaró que aún lleva muy adentro su patria, aunque ya ha sido atrapado por una tradicional comida lagunera: "no soy mexicano, yo soy de Cabo Verde, pero me gusta mucho México. Hoy es una prueba al ver cómo festejan el campeonato. Me encanta México y por eso tengo este sombrero mexicano, pero de lo que más me gusta de México es la comida, sobre todo la discada, amo la discada", dijo sonriente.
Uno de los más sorprendidos ante los ríos de gente que salió a vitorear a los Guerreros fue el zaguero Néstor Araujo: "me sorprende mucho, nunca había visto algo así. Estoy muy agradecido con la gente de toda La Laguna que salió a las calles a celebrar con nosotros. De verdad es increíble el avanzar y seguir viendo kilómetros y kilómetros de gente, de verdad que estoy muy agradecido", confesó.
Javier 'Chuletita' Orozco lleva el trofeo que los acredita como campeones del torneo Clausura 2015. El júbilo fue el principal pasajero durante el desfile
