Gran triunfo consiguió la novena naranja anoche en el Parque Kukulcán, de la ciudad de Mérida. (Fotografías de El Siglo de Torreón - AEE)
Lo que parecía una victoria aparentemente segura para los Leones de Yucatán, se convirtió anoche en una desastrosa derrota en diez entradas ante los Vaqueros de Laguna, 10-7, en la que no sólo falló el relevo de Anthony Ortega, sino también la defensiva, por segunda noche al hilo, y la falta de concentración del equipo dirigido por el venezolano Wilfredo Romero.
Fue una combinación de todo lo que hizo que los melenudos pierdan su segunda serie al hilo en la campaña, y pongan sus números en casa con cinco victorias y cinco derrotas, y un global de nueve ganados y ocho descalabros.
Cabe resaltar que el equipo dirigido por Lino Rivera ganó su quinta serie al hilo, luego de perder los dos juegos inaugurales, y sigue como uno de los mejores de la Zona Norte.
Anoche, cuando Romero decidió darle la pelota a su compatriota Ortega en la novena entrada, con la ventaja de 7-6, la confianza de la afición sobre el cerrador no era la mejor, y aunque logró sacar dos outs, con un doble de José Manuel Orozco, luego permitió un imparable de Diego Madero, el cual se combinó con un error del jardinero derecho José Juan Aguilar, y el choque se empató a siete carreras.
En las entradas extras, de nuevo con Ortega en la loma, las cosas empeoraron, porque tras sacar el primer tercio, Berroa conectó triple, y de repente el ampayer Alan Izaguirre ordenó que el lanzador venezolano estaba fuera, porque el couch de pitcheo Santos Hernández ya había entrado y el receptor Israel Núñez lo hizo dos veces más, para obligar al cambio.
Entonces al mánager Romero no le quedó más que sacar a Ortega, y meter sin calentar al joven Jahir Pérez, quien permitió dobles consecutivos de Santiago González, Gilberto Galaviz y Ricardo González para poner la pizarra final, 10-7.
La verdad el partido fue complicado para los Leones, porque Jonathan Castellanos de nuevo salió con el santo de espaldas, porque en la primera entrada le anotaron dos carreras con doblete productor de Juan Miranda, aunque sus compañeros lo regresaron al juego, con un racimo de cuatro anotaciones en el cierre de ese primer rollo.
Las carreras melenudas llegaron con el doblete productor de Héctor Giménez, sencillo con casa llena de Israel Núñez e inatrapable de Ricardo Serrano, quien impulsó par de registros.
Sin embargo, el abridor melenudo volvió a meterse en problemas en la tercera entrada, en la que permitió tres carreras, una impulsada con sencillo de Miranda, la otra con rola al cuadro de Ángel Berroa y la restante con el doblete de Santiago González.
La sexta marcó la salida de Castellanos, al aceptar una carrera más, ahora impulsada por Mario Vega, y en la misma jugada pudo entrar otra más, pero el jardinero izquierdo Iván Araujo mandó una gran tiro a la goma, donde enfriaron a Sergio Palafox.
Con la pizarra 6-4 y el yucateco Manuel Rodríguez en la loma, los melenudos despertaron en la sexta entrada, en la que anotaron tres carreras y recuperaron la ventaja, 7-6. Clave en el ataque fue el estadounidense Corey Wimberly, quien disparó doblete en el momento de más presión, para empatar el encuentro, y luego anotó la de la ventaja, con el tubey por todo el central de Araujo.
El relevo de los melenudos mantuvo la ventaja hasta la octava, pues el umanense Rodríguez sacó una entrada con un hit (se quedó cerca de su primera victoria en el circuito), luego aparecieron Jorge Quiñónez con un tercio y Eder Llamas una entrada perfecta. La novena la lanzó el venezolano Ortega y todo se vino al traste.
Hoy, los selváticos abren serie ante los Acereros de Monclova, probablemente con Jesús Aurelio Rodríguez.- Hérbert O. Martínez Fuente.
