Mariano Pavone (der.) no pudo hacerse presente en el marcador en la derrota de Cruz Azul ante los Rojinegros. (Jam Media)
Luis Fernando Tena no aguantó más. El estilo queda de lado cuando la decepción recorre el cuerpo.
Preso de la ira, "El Flaco" regresó a Xavier Báez a calentar con los suplentes cuando Emanuel Loeschbor agregó una nueva frustración al cúmulo que el entrenador ha cargado durante el actual semestre.
Mientras el Cruz Azul lucía conforme con el empate, más allá de que no le servía de mucho, el Atlas siempre tuvo hambre... Y halló el anhelado maná con aquella pelota que Rodrigo Millar tomó, tras la garrafal equivocación del defensa central argentino, naturalizado mexicano (79').
Derrota (1-2) que hunde a los celestes en los últimos lugares de la clasificación. Terminará la jornada en el 15, a cuatro unidades de la zona de Liguilla.
Segunda caída consecutiva, suficiente para colocar en el patíbulo al hombre que guió al Tricolor a la obtención de la histórica medalla áurea en los Juegos Olímpicos Londres 2012.
El Cruz Azul se derrumbó. Es una burda imitación del conjunto que gobernó la fase regular del Clausura 2014. Apenas marcó siete anotaciones en 810 minutos jugados. Sólo ha ganado nueve de las 27 unidades disputadas (una de cada tres).
Tena decidió que Pablo Barrera fuera su último cambio. Prescindió de Loeschbor, quien salió del campo abatido (84'), con el dolor que provoca saberse causante del revés, aunque el dominio que ejercían los locales hacía pensar que el gol de la victoria era inminente. Aún con un hombre menos, los dirigidos por Tomás Boy jamás perdieron el control del juego.
