"Estamos shockeados", así reconocía sentirse un vocero de Cemex, tras enterarse de la muerte ocurrida ayer lunes del presidente de la compañía, Lorenzo Zambrano, mientras se encontraba en el hotel Villamagna de Madrid.
El vocero, que no quiso dar su nombre, se encontraba a las puertas del "Tanatorio M-30" situado en la capital de España a donde fue trasladado el cuerpo de Zambrano a la espera de que sea repatriado hoy mismo a México en el avión privado en el que viajó hace unos días a España. Y allí y visiblemente impactado por lo inesperado de la noticia, también dijo que el presidente de Cemex, que estaba soltero y no tenía hijos, había viajado a Madrid sin ningún miembro de su familia.
Según pudo saber El Universal, Zambrano falleció ayer lunes a las 12 del mediodía (5 de la mañana hora de México) pero la noticia no se hizo pública hasta 12 horas después para esperar al cierre de la Bolsa de Valores de México.
En todo ese tiempo y en medio de un fuerte secretismo para que la noticia no se filtrara, su cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense donde y tal y como marca la ley española, después de que uno de sus compañeros de Cemex reconociera su cadáver, se le hizo la autopsia que confirmó la muerte natural. Hoy por la mañana su cuerpo ha sido llevado a uno de los tanatorios de la ciudad, el Tanatorio M-30", llamado así porque se encuentra junto a la circunvalación M 30 que rodea la ciudad, donde en la sala 28, fue velado por sus compañeros. La sala es la única del tanatorio en la que no estaba escrito el nombre del difunto en la puerta, y también la única en la que para entrar era necesario tener una llave especial o avisar en la recepción.
A las 11 de la mañana se celebró una misa funeral en su nombre. Esta tarde y después de que se lleven a cabo los trámites burocráticos a través de la embajada de México en Madrid, se espera que su cadáver viaje a México en su avión particular.
Zambrano se encontraba en España a donde había viajado después de que la empresa recibiera una multa de 455 millones de euros impuesta por la Agencia Tributaria española a raíz de una auditoria fiscal que le realizaron entre los años 2006 y 2009. La inspección consideró que falseó pérdidas durante los ejercicios investigados.
La multa provocó una enorme polémica en España ya que supuso el cese de Dolores Linares, la inspectora de la Agencia Tributaria que tramitó el expediente de la empresa. Esto provocó la indignación de muchos partidos políticos e incluso que varios funcionarios de la Agencia Tributaria presentaran su dimisión, entre ellos el propio jefe de Linares, Ignacio de Ucelay, responsable de la delegación central de Grandes Contribuyentes, y de Luis Jones, director del Departamento de Inspección de la Agencia Tributaria.
La cementera había anunciado hacía unas semanas su intención de recurrir la multa, algo que permite llevar a cabo la legislación española sin que la compañía tenga que pagar hasta que sea resuelto. De ahí la presencia de Zambrano en España.
