La frontera es todavía una zona crítica porque es paso de droga y hay muchos recursos del crimen organizado puestos allí para asegurarse de así ocurra, aseguró Frank Holder, presidente de FTI Consulting Latinoamérica, al presentar ayer el Índice de Seguridad Pública en América Latina.
Holder aseguró que la frontera con México es la franja de inseguridad más grande para Estados Unidos, "sin contar los grandes centros urbanos", pero reconoció que ha habido "leves" mejoras y puso como ejemplo Baja California.
En cambio, "Sonora, Chihuahua y Nuevo León son estados que tienen bastantes problemas de inseguridad en sus fronteras", dijo.
El índice de Seguridad Pública en América Latina, que midió la efectividad de las políticas en la materia de 19 países, colocó a México como uno de los cinco más inseguros de la región para el desarrollo de negocios, al nivel de Haití y sólo por debajo de Venezuela, Honduras y Guatemala.
"México enfrenta un gran desafío en el tema de inseguridad por dos razones: el narcotráfico y la violencia que genera, y la inseguridad cotidiana de cualquier país de América Latina", aseguró Holder.
El crecimiento de grupos de autodefensa, los enfrentamientos entre cárteles y las acciones gubernamentales han demostrado un nivel similar de inseguridad pública, secuestros y violencia igual que en años anteriores, asegura el documento elaborado principalmente para la consulta de inversionistas.
"Los secuestros y las extorsiones han subido, igual que el robo de mercancías, que para los empresarios es muy importante porque genera muchos costos", aseguró el presidente de FTI Consulting Latinoamérica.
Holder dijo que el problema de la inseguridad representa para los empresarios un gasto en seguridad privada de 1 o 2 por ciento de su facturación.
"No parece un número grande, pero muchas empresas sólo tienen un margen de ganancia de 5 a 10 por ciento, lo que significa que ese 2 o 3 por ciento de su facturación representa entre 20 y 50% de su margen de ganancia", dijo.
Los efectos negativos de la inseguridad no sólo se miden en los costos de la seguridad o en el impacto económico de los robos, explicó.También hay consecuencias de mercado, pues los productos robados llegan al comercio ilegal y hacen competir a los empresarios con sus propias mercancías.
Esto significa, señaló, que los empresarios tiene que recuperar lo que les robaron, competir con su mercancía robada y gastar en seguridad.
El propósito del Índice de Seguridad Pública es analizar la manera en que cada país de la región trabaja para reducir los niveles de inseguridad, con un enfoque de consulta para la comunidad empresarial.
A pesar del lugar que ocupa México en el Índice de Seguridad Pública en América Latina, FTI Consulting reconoce en su documento que el gobierno mexicano muestra una tendencia estable con cambios posibles hacia lo positivo.
Esto, porque el país hace mejor uso de la inteligencia y de la coordinación entre los distintos cuerpos de seguridad pública, lo cual ha mejorado notablemente la percepción de los inversionistas, aseguró Holder.
"El Gobierno se ha enfocado en bajar el nivel de violencia y en atacar a los cabecillas de los cárteles, y esto ha dado como resultado una mejor percepción, estadísticamente hablando", dijo.
Explicó que la percepción es importante porque "afecta la apreciación del inversor y en particular del inversor extranjero".
No obstante los avances que reconoce en el país, asegura que "México ha ido mejorando en algunas cosas, pero empeorando en otras, con lo cual estamos en una situación similar al año pasado, con potencial tendencia a mejorar, pero eso hay que verlo".
Se realiza en seguridad privada, según la facturación
Ranking
Según el reporte:
⇒ La situación global de seguridad en México muestra pocos indicios de mayores mejoras.
⇒ Según el vicepresidente de la consultora, vemos una leve baja en la tasa de homicidios de 2012 a 2013.
⇒ Señalan que hay puntos donde la violencia se ha acentuado como Tamaulipas, Guerrero, Michoacán, Estado de México y Nuevo León.
