Durante uno de los enfrentamientos armados que se registraron el fin de semana en Veracruz, perdieron la vida dos jóvenes que investigaban, sin el apoyo de autoridades, el paradero de uno de sus familiares que se encuentra secuestrado.
Uno de los dos jóvenes era el portero de la Sub 17 del club de futbol Los Tiburones Rojos del Veracruz, Alan Quevedo; mientras el segundo fallecido era su amigo, un empresario que practicó durante años el Taekwondo.
La Procuraduría General de Justicia del Estado, informó que durante los hechos registrados en el municipio de Medellín de Bravo, también resultó otro joven lesionado y dos delincuentes fueron muertos a balazos por parte de elementos policiacos estatales.
Ante ello, las autoridades de Veracruz hicieron un llamado a la ciudadanía a dar parte de este tipo delitos y evitar actuar por su propia cuenta, pues se corre el riesgo de poner en riesgo su integridad y la de sus familias.
Fue en las primeras horas del domingo cuando elementos de la Secretaría de Seguridad Publica se percataron de la persecución de dos vehículos en el Fraccionamiento Arboledas San Ramón en el Municipio de Medellín de Bravo.
Entre los ocupantes de los automóviles se realizaban detonaciones de armas de fuego, por lo que al darse cuenta de la presencia policiaca desde uno de los vehículos se agredió a los elementos policiacos, quienes al responder abatieron a dos presuntos delincuentes.
Durante el operativo, se descubrió que 300 metros antes del enfrentamiento se encontraba un vehículo Mazda color rojo con placas YJX5999 del Estado, en el cual había dos personas sin vida, entre ellos Alan Quevedo, portero del equipo escualo de la sub 17, y el joven de 25 años Miguel Eleasin Caldelas Morales, empresario y también deportista, así como un lesionado identificado como Samuel Maliachi Díaz de 21 años.
Los cuerpos fueron identificados por familiares de las victimas quienes relataron a las autoridades que uno de sus hijos había sido secuestrado la mañana del sábado 15 de marzo, los secuestradores solicitaron un rescate vía telefónica e indicaron a donde se tendría que realizar el pago del rescate.
La familia de las personas fallecidas informaron que se pagó por la liberación con base a la exigencia de los secuestradores, sin embargo la víctima no fue liberada, por lo que la familia decidió, sin dar parte a las autoridades, realizar su propia búsqueda para localizar a su familiar.
Los familiares ubicaron una casa donde fueron recibidos a balazos, lo que dio paso a una persecución y la posterior muerte de cuatro personas (dos civiles y dos delincuentes).
La Procuraduría ha iniciado un operativo para dar con el paradero de la persona secuestrada así como con los secuestradores.
