Los interesados en las dos nuevas cadenas de televisión deberán probar que no tienen relación con Televisa ni TV Azteca y que su entrada al mercado diversificará la oferta.
Además, en las bases de la licitación se establece que un consorcio podrá participar por una o las dos cadenas de televisión abierta digital.
Los concursantes tendrán que hacer transparentes no sólo sus razones para competir, sino también el origen de sus fondos, relaciones con otras empresas, opciones futuras de compra o acuerdos de alianzas pendientes.
Víctor Pavón-Villamayor, experto en competencia, explicó que estas reglas buscan cuidar que dichas empresas -Televisa y TV Azteca- no puedan controlar de manera indirecta o directa las nuevas concesiones.
Agregó que la posibilidad de que un consorcio vaya por las dos cadenas buscaría incrementar el interés de los participantes.
Esto, debido a que sería más fácil competir con las dos empresas actuales de TV en ventas de publicidad.
Aunque no se ha fijado oficialmente un precio por cada una de las cadenas, fuentes de la industria afirman que podría rondar los 330 millones de dólares.
Las bases indican que a más tardar el 25 de marzo de 2015 el IFT emitirá el fallo sobre los ganadores. El órgano regulador tendrá 30 días hábiles para notificarlos.
En tanto, Televisa, Grupo Carso y sus filiales Inbursa y América Móvil (AMX) no descartaron interponer amparos indirectos contra la resolución de agentes económicos preponderantes que les impuso el IFT.
Sobre las obligaciones establecidas a estas empresas, comenzarán a operar en 30 días hábiles después de que las compañías fueron notificadas.
