Este lunes 20 de enero se cumplen tres años del inicio de la huelga de 117 trabajadores de la embotelladora Sidra Pino y Soldado de Chocolate, empresa que cerró sus puertas sin liquidar a su planta laboral como marca la Ley Federal del Trabajo.
Sin embargo, todo parece indicar que la solución a ese conflicto laboral aún es lejana, pues no hay condiciones favorables para un posible rescate de la embotelladora que operó más de 100 años en la entidad.
En entrevista, el secretario de Fomento Económico del gobierno del estado, David Alpizar Carrillo, señaló que ninguna empresa local, nacional o internacional se muestra interesada en rescatar las dos marcas de la citada empresa yucateca.
“Primero que nada costaría mucho dinero rescatar las marcas, pues también se requiere una fuerte inversión para capacitar personal, adquirir la materia prima, levantar la producción que exige la fabricación diaria de refrescos para competir con éxito en el mercado”, anotó.
Además, continuó, persiste un litigio sindical con quienes representaban a la empresa que este lunes cumple tres años, y tanto el edificio que albergaba la embotelladoras, como las propias marcas forman parte de ese problema.
“No hay entonces empresarios interesados en rescatar esa importante industria refresquera de Yucatán, y no los habría mientras no se resuelva la situación laboral”, apuntó.
Aclaró que el problema es de índole federal porque en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje en la Ciudad de México se ventila este “desafortunado” suceso que derivó en una huelga después de décadas sin que se registrara una en suelo yucateco.
“Lo único que puede destrabar este asunto es que haya un pago para los 117 trabajadores en huelga, que de alguna forma se logren recabar recursos, pero hasta ahora no hay de donde obtener los ingresos”, anotó.
Aclaró que aunque el gobierno local es ajeno a este conflicto sindical del orden federal, la administración estatal ha dado todo su apoyo para que se llegue a un acuerdo entre las partes en conflicto lo más pronto posible.
Recordó que se realizaron subastas para rematar los bienes embargados de la embotelladora, pero no hubo compradores porque la maquinaria y los vehículos ya son muy viejos.
“Nosotros hacemos votos para que esta pesadilla que viven los huelguistas termine pronto, pero insisto, es un problema del ámbito federal y no está en nuestras manos la solución”, expuso.
