Río de Janeiro, (EFE).- El primer banco genético de la flora brasileña fue inaugurado en el Jardín Botánico de Río de Janeiro, en un acto que contó con la presencia de la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, entre otras autoridades.
Este organismo, en el que se conservarán muestras genéticas de las diferentes plantas nativas de Brasil, servirá como un centro para la investigación y el desarrollo de productos elaborados a partir de material vegetal.
El "Banco de ADN de especies vegetales nativas de Brasil" ya cuenta con muestras de plantas recolectadas en áreas afectadas por la deforestación y amenazadas de extinción, como la Mata Atlántica, nombre dado a los bosques próximos a la costa brasileña.
Entre el material ya depositado en el banco figuran muestras del llamado Palo Brasil, el codiciado árbol de madera rojiza del que se deriva el nombre del país y que hoy es una especie amenazada.
Otras especies de la Mata Atlántica con material genético ya recolectado en el banco son canela, palmera y maracuyá
La meta del Gobierno, según afirmó Marina Silva en la ceremonia de inauguración del organismo, es reunir cerca de mil nuevos ejemplares de muestras de flora brasileña cada año.
La coordinadora del "Banco de ADN", la bióloga molecular Luciana Franco, afirmó que la conservación del material genético es fundamental no sólo para facilitar el estudio de las especies y el intercambio de experiencias entre los investigadores, sino también para promover el desarrollo de diferentes productos.
"Si en el futuro se descubre que una determinada especie produce una sustancia que puede ser usada en la fabricación de una medicina, con la ayuda del banco podremos recuperar la información genética hasta de especies ya extintas", explicó.
"Para almacenar el material genético secamos y deshidratamos las plantas en laboratorio para convertirlas en polvo, que es tratado químicamente para aislar su ADN. Las muestras son conservadas en neveras a temperaturas de cerca de 80 grados centígrados bajo cero", indicó la investigadora.
Para crear el banco genético, en el que trabajarán cinco investigadores en forma permanente, el Jardín Botánico de Río de Janeiro se asoció con una compañía de seguros que aportó 400.000 reales (unos 134.000 dólares).
"Necesitamos creatividad para hacer rendir nuestros recursos", afirmó la ministra de Medio Ambiente al reconocer que el escaso presupuesto de su cartera para este año sufrió un recorte del 15 por ciento como consecuencia de la política de ajuste fiscal adoptada por el gobierno del socialista Luiz Inácio Lula da Silva.
Según la ministra, varios proyectos de preservación de la naturaleza dependen de convenios con la iniciativa privada.
"Asociación (con empresas privadas) y buena voluntad son los mejores remedios para aumentar el presupuesto cuando es escaso", dijo.
