Con una voz dramática inigualable, la soprano italo-estadounidense Licia Albanese, recordada por su legendaria interpretación de “Cio-Cio-San”, en “Madame Butterfly”, de Giacomo Puccini, cumple este lunes 100 años de vida y para celebrarlo su fundación le dedicará su gala de jóvenes valores, en octubre próximo, en Nueva York.
Hija de un representante de productos alimenticios, Felicia, por su nombre de pila, nació en Bari, Italia, el 22 de julio de 1913. Desde pequeña sintió inclinación por el ballet, por lo que sus padres le auguraban futuro como bailarina.
No obstante, un día escuchando las clases de canto de su hermana se animó a repetir uno de sus ejercicios, lo hizo tan bien que la familia decidió encaminarla hacia el canto, señalan sus biógrafos.
Datos difundidos por el sitio “bridgepuglia.it” señalan que debutó en la ópera en 1934, en La Scala de Milan, supliendo a la protagonista que se sintió mal después del primer acto. Desde entonces “Cio-Cio-San” se convirtió en su rol favorito, con más de 300 funciones.
Una larga serie de éxitos, que pasaron por escenarios de Londres, París y Madrid, la llevaron en 1940 al MET de Nueva York, donde repitió su éxito, y además se casó con Giuseppe Gimma, hermano de un amigo suyo, que le había pedido estar en contacto con él.
En 1945 se convirtió en ciudadana norteamericana aunque mantuvo intactos su dialecto y cultura culinaria.
Ya con gran reconocimiento, Albanese regresa a su querida Italia en 1956, para interpretar su “Madame Butterfly”, que dirigida por Arturo Toscanini se convirtió en una pieza emblemática, y un año volvió para participar en “La Traviata”, de Giuseppe Verdi.
Además de su talento, Albanese ha sido distinguida por su gran humildad, que la ha llevado a decir que no se considera una “diva”, ni mucho menos una estrella, simplemente una cantante con mucha expresividad.
La soprano además ha sido un ejemplo para los jóvenes artistas, desde que en 1974 echó a andar la Licia Albanese-Puccini Foundation para apoyar nuevos talentos, impulsando carreras como las de Thomas Hampson o Déborah Voigt.
Entre las distinciones que le han entregado se cuenta la Medalla de Honor para las Artes de 1995, que le concedió el presidente William Clinton.
Según la página de su fundación, la gala será el 27 de octubre próximo, en el Alice Tully Hall, de New York, y en ella participarán los ganadores de la convocatoria 2013 de su certamen de jóvenes valores, entre quienes figuran el barítono Takaoki Onishi, el tenor Anthony Kalil y la soprano Jennifer Rowley, así como el contratenor John Holiday, entre otros.
