Tragedias. A lo largo del año 2010, hubo tres ataques masivos en centros de reunión, que llamaron la atención a nivel internacional.
Era la noche del viernes 14 de mayo de 2010, Claudia y Rubén jamás imaginaron que esa fecha quedaría grabada con letras de sangre en su vida cuando llegaron al antro que se inauguraba en el oriente de Torreón, donde entre ambos recibieron diez balazos de grueso calibre y vivieron para contarlo, gracias sobre todo a la entereza de ella para salvar a su esposo. En el lugar murieron ocho personas, de acuerdo con el reporte oficial.
Claudia no tenía muchas ganas de ir al bar que se inauguraba, pues estaba todavía reciente lo sucedido en el bar El Ferrie, también en esta ciudad, la madrugada del 31 de enero de ese año, donde murieron acribilladas diez personas y hubo decenas de heridos.
El 28 de julio también de 2010, fueron asesinadas 18 personas durante una fiesta en la Quinta Italia.
Rubén, de 39 años por esas fechas, convenció a su esposa Claudia de ir a divertirse un rato al nuevo antro y llegaron al filo de las 23:30 horas al bar Juana's VIP que ya a esa hora estaba "a reventar", sin ninguna mesa disponible.
Cerca de la entrada había dos banquitos, donde Claudia puso su bolso de mano y pidieron unas cervezas mientras escuchaban la música de pie y veían el ambiente, pero ella traía un presentimiento y comenzó a revisar con la vista el lugar y se dio cuenta, por ejemplo, que las paredes eran falsas, de cartón.
Adentro había un amigo de la pareja que en más de tres ocasiones los había invitado pasar a su mesa, pero ellos no aceptaron, Claudia prefería estar cerca de la puerta, a donde en ocasiones volteaba, pues estaba un tanto inquieta, aunque llegó a pensar que eran sólo imaginaciones suyas.
Faltaban como diez minutos para la una de la madrugada, ya del sábado 15, se había terminado la música en vivo y comenzó la del DJ, cuando de pronto... se escucharon dos disparos. Le habían dado al cadenero de la entrada.
Enseguida se escuchó la primera ráfaga y todos, más de 100 personas, se tiraron al piso pero varios ya habían recibido heridas en sus cuerpos y cabeza.
NO SE ESCUCHABA LA MÚSICA
A la primera ráfaga le siguió otra... y otra más, las luces ya estaban apagadas, no se escuchaba la música. Sólo gritos de dolor y miedo, muchos gritos. Aquello era horrible.
Rubén sintió un disparo en el abdomen y Claudia en la parte baja de la espalda, pero en las siguientes ráfagas volvieron a ser heridos.
Él recibió seis en total que le perforaron ambos pulmones, le dañaron el hígado y le fracturaron las piernas, en tanto ella recibió cuatro disparos en los glúteos y las piernas.
"¡Ya me dieron!", le dijo Rubén a Claudia al sentir el primer impacto en el abdomen y en un principio él pensó que era el único disparo que había recibido.
Cuando dejaron de escucharse las ráfagas, todo era confusión y gritos en el lugar que se había transformado en unos segundos, de antro alegre a la antesala del infierno.
Claudia intentó levantarse para ayudar a su esposo, que cada vez sus quejidos eran más apagados y ella pensó que se le iba a morir, pero no podía incorporarse porque encima tenía el cuerpo de una muchacha ya muerta, que le había manchado su cabello y rostro de sangre, pero también estaba el cuerpo de otra muchacha sobre su abdomen.
Como pudo, se las quitó de encima y al querer levantarse, se dio cuenta que tenía varias heridas y no podía hacerlo. Vio entonces a un muchacho que salía del baño, hablando a través de su celular y le pidió ayuda para levantarse, pero el muchacho, espantado sólo balbuceó algo y siguió hacia la salida.
Claudia se acercó arrastrando a la puerta, se apoyó en ella y se puso de pie, aunque las piernas le temblaban, se cortó los pies con los vidrios de vasos y botellas rotas que había en el piso y creía no poder salir a pedir ayuda.
"Espérame Rubén, voy por un taxi". "¿Un taxi?", le contestó Rubén en forma angustiada, porque pensaba él que si lo dejaba ahí, moriría.
En el lugar todo eran gritos todavía, había muchas personas heridas y otros que les gritaban a sus acompañantes, ya muertos.
IMPLORA AYUDA
Sobreponiéndose a su dolor en las piernas y con sangre en el rostro, de la mujer que había muerto encima de ella. Claudia salió, se paró enmedio de la carretera y al ver un taxi pasar, le hizo la parada, pero el taxista la esquivó y no se detuvo, luego pasó otro y sucedió lo mismo.
Al tercer taxi casi se le puso enfrente ella para detenerlo y el joven taxista se detuvo. "¡Ayúdeme por favor. Mi esposo está herido!", le gritó Claudia y regresó al antro, encontrando a Rubén casi a la entrada, a donde había llegado arrastrándose.
Ella se salió con Rubén casi cargándolo y ya para entonces otro herido se había subido al asiento delantero del taxi, aunque el taxista esperó a la pareja. Como pudo, ella subió a Rubén al asiento trasero y acto seguido hizo lo mismo.
"A la Cruz Roja", ordenó el muchacho herido. "¡No, llévenos por favor al Hospital Ángeles!", dijo ella. "Está más cerca y ahí nos van a atender mejor. Ya después vemos lo del pago", logrando convencer al muchacho y el auto enfiló hacia el hospital privado.
Desde el antro, Claudia había llamado para pedir ayuda a una de sus hermanas, que vive en la colonia Nuevo Torreón -cerca de la escena del crimen- y acompañada de un hijo de 20 años (entonces), de inmediato se trasladaron al antro, donde el sobrino de Claudia los anduvo buscando entre los muertos y heridos, pero ya ellos se encontraban en el hospital, a donde se fueron a buscarlos.
'NO ME DEJES'
En el trayecto al hospital, Claudia acariciaba a su esposo tratando de darle ánimos, pues lo veía muy pálido, escupiendo sangre y a punto de desmayarse. "¡No te duermas. No me dejes!". Le decía ella a Rubén.
Cuando llegaron al hospital, ya estaban arribando también otros lesionados al área de Urgencias, donde las enfermeras y médicos no se daban abasto. Todo era confusión también en ese lugar.
Luego que Rubén fue recibido por el personal médico, Claudia se desplomó, pues hasta entonces reparó que también estaba herida de cuatro impactos de bala, pero alcanzó a salvar a su esposo, quien poco después fue atendido por los médicos.
Rubén fue intervenido en dos ocasiones en el hospital privado, donde requirió de hasta 11 unidades (bolsas) de sangre, pero todo se complicó por una bacteria que se alojó en sus pulmones, denominada Pseudomona, muy resistente a los antibióticos.
Él estuvo 15 días en terapia intensiva y en dos ocasiones a punto de morir, en tanto que Claudia permanecía en otro piso del mismo hospital y también fue intervenida en el quirófano para extraerle dos balas, aunque una se le quedó alojada pero los médicos decidieron dejársela por los riesgos existentes a quedar sin poder caminar.
Familiares de la pareja ofrecieron una misa para pedir por la salud de Rubén, pues llegaron a pensar que podía morir, pero la fe y los cuidados médicos hicieron que él viviera para su esposa y dos hijos que tiene la pareja.
Rubén tenía seguro de gastos médicos mayores por 800 mil pesos, que se gastaron e incluso faltó dinero para cubrir el total de la cuenta, pero Claudia, ya un tanto repuesta, ayudándose a caminar con bastón, acudió a solicitar ayuda y logró un apoyo de la Presidencia Municipal.
OTRA OPERACIÓN
También Rubén fue intervenido en la clínica 16 del IMSS, donde le colocaron un injerto de su cadera para reponer el pedazo de hueso de la tibia que le destrozó uno de los impactos.
Rubén permaneció incapacitado casi nueves meses y regresó a su trabajo hasta el 11 de febrero del año 2011, apoyándose en un bastón que luego abandonó.
La pareja recibió el apoyo en todo momento de sus familiares, médicos, amigos, y la empresa donde él labora.
Ahora ellos viven otra vez una vida normal, con los problemas económicos de casi todos los matrimonios, pero con un amor más fortalecido que superó una prueba muy difícil, casi inimaginable.
Laguna violenta
La Región Lagunera y en especial, la ciudad de Torreón, ha sido uno de los puntos de la República Mexicana más golpeado por la violencia desde el año 2007, cuando los homicidios dolosos comenzaron a incrementarse en forma alarmante, pues por 2005 apenas se rebasaban los 35 homicidios en el año y luego se contaban por centenas.
Las autoridades tardaron años en darse cuenta de la situación que prevalecía en la Comarca Lagunera y fue a raíz de reportajes en medios de comunicación nacionales e internacionales que a nivel federal se ha reforzado la vigilancia policiaca y la depuración, incluso, de cuerpos policiacos locales. En Gómez Palacio, al igual que Ciudad Lerdo, por la parte lagunera de Durango y en Matamoros, Coahuila, no operan ya las corporaciones policiales municipales, al ser desmanteladas por las fuerzas federales desde el pasado mes de enero y desde entonces la vigilancia es realizada por la Policía Federal y el Ejército Mexicano.
El 2010, año de ataques masivos
Fueron dos antros y un centro social con decenas de muertos:
⇒ El ataque al Juana's VIP, fue la madrugada del 15 de mayo.
⇒ En esa ocasión hubo ocho personas muertas y más de una decena de lesionados.
⇒ Un ataque similar y anterior, fue el del 31 de enero de 2010 en el bar El Ferrie, donde murieron diez jóvenes.
⇒ Este primer ataque conmocionó a la sociedad lagunera y fue noticia a nivel internacional.
⇒ El 28 de julio del mismo año, sujetos armados atacaron la Quinta Italia, ubicada por el ejido San Luis, perteneciente al municipio de Torreón.
⇒ En la Quinta Italia, murieron 18 personas que asistían a una fiesta particular y cuatro de las víctimas pertenecían al grupo musical que amenizaba la fiesta.
