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El fin del mundo de los mayas: una reflexión ambiental y ecológica

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

En los últimos meses del año que recién terminó, se escribió y se habló muchísimo sobre los mayas. Por razones o sinrazones que no vienen al caso revisar, en dichos escritos y charlas la atención se ponía en cuestiones que muy poco nos dicen acerca de la importancia de la civilización maya: temas intrascendentes como que los mayas descendieron de extraterrestres o que algún chilán (profeta) fue capaz de anticipar la fecha del fin del mundo, entre otros, nos desvían la atención de aquellos mayas que fueron capaces de mejorar la agricultura hasta el punto de lograr una producción de alimentos estable y mayor a las necesidades de las grandes poblaciones que se desarrollaron en el norte y sur de la Península de Yucatán y en países centroamericanos como Belice, Guatemala y Honduras; que construyeron palacios y ciudades imponentes, bellas y funcionales, que desarrollaron un calendario más preciso que el calendario gregoriano que se desarrolló muchos años después en Europa, que inventaron el concepto del cero alrededor del año 36 antes de Cristo y tres siglos antes que los hindúes.

El período esplendoroso de la civilización maya ocurre entre los años 300 y 987 después de Cristo, en este período florecieron las principales ciudades, la arquitectura, la pintura, la escultura y la ciencia. No obstante, a finales de esta etapa, los centros mayas entraron en crisis, se despoblaron y sus ciudades fueron abandonadas. El fin del mundo de los mayas se anunciaba, el colapso advertía su desaparición y la selva invadiría los desolados edificios.

Diversas conjeturas, teorías y explicaciones empíricas basadas principalmente en la arqueología, se han dado para describir lo que ocasionó el colapso y por ende el despoblamiento y abandono de las ciudades. En muchas de ellas se advierte un aura de misterio y fascinación por el ocaso de una de las sociedades más avanzadas y creativas del nuevo mundo precolombino. ¿Qué fue lo que ocasionó el despoblamiento de las ciudades mayas y peor aún, cómo es que no pudieron recuperarse tras su desaparición? A la fecha no existe suficiente información que dé respuesta a estas cuestiones, no obstante, existe consenso sobre algunas tendencias que han sido identificadas después de muchos estudios sobre el asunto.

Jared Diamond en su libro "Colapso. Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen", resume en cinco tendencias lo que él llama colapso maya clásico. La primera tendencia que identifica Diamond indica que en algún momento del período clásico el aumento de la población sobrepasó los recursos disponibles, ocasionando primero desnutrición y luego un incremento en la mortalidad y emigración de las personas; un problema que el mismo autor asocia con lo predicho por Thomas Malthus en 1793 y que al parecer ocurre en la actualidad en países como Ruanda y Haití. Aunque para muchos el solo nombre de Malthus los pone en una posición de rechazo y de calificar al que lo dice de neomalthusiano, en el caso de los mayas existe una explicación muy aceptable que ocasionó la disminución en la producción de alimentos, particularmente de maíz y de frijol. En la segunda tendencia Jared Diamond lo expone de la siguiente manera: "las consecuencias de la deforestación y la erosión de las laderas, que originó una disminución de la cantidad de tierra de cultivo útil en un momento en que hacía falta más tierra y no menos, y que posiblemente se vio agudizada por una sequía antropogénica derivada de la deforestación, por la desaparición de los nutrientes y por otros problemas del suelo, así como por la lucha para impedir que los helechos invadieran los campos de cultivo."

La deforestación ocasionada por los mayas tiene dos orígenes: por un lado, cuando lo escasos valles de tierra fértil fueron ocupados y continuaba el incremento de la población, se inició con la ocupación de los bosques para hacer agricultura. La siembra de cultivos se realizó en estos casos sobre laderas empinadas en las cuales primero fueron desalojados los árboles presentes, este cambio de uso del suelo ocasionó que los delgados y escasamente fértiles suelos de los bosques se deslavaran hacia las partes bajas hasta cubrir los suelos más fértiles. Por otro lado, la segunda causa de la deforestación radica en el uso forestal tanto para leña como para satisfacer la demanda excesiva de madera que requerían las monumentales edificaciones de los sacerdotes y nobles mayas. Concretando, la deforestación de los bosques tuvo cuatro efectos negativos que ocasionaron la disminución de la producción de los alimentos: por la pérdida de suelo la producción de cultivos en laderas duró muy poco tiempo, los suelos poco fértiles que se deslavaron hacia el valle cubrieron los suelos fértiles provocando una disminución en su capacidad para producir cosechas, desaparecieron los bosques y con ello se provocó un cambio climático en la zona asociado a una baja precipitación o incluso a la ausencia de ella, esto es, sequías ocasionadas por la as actividades humanas.

Erróneamente se piensa que los mayas ocupaban una selva tropical húmeda que retiene agua durante todo el año, no es así, el hábitat de los mayas correspondía a una selva tropical estacional, caracterizada por una estación lluviosa en los meses de mayo a octubre y una estación seca que se prolonga de diciembre a abril. En estas condiciones tenemos la tercera tendencia, la deforestación ocasionó cambios climáticos que hacían muy poco previsible la ocurrencia de lluvias.

La cuarta tendencia consistió en que, "a medida que cada vez más gente competía por cada vez menos recursos, hubo luchas internas. La guerra maya, ya endémica, alcanzó su apogeo justo antes del ocaso." A esto se tendría que agregar las luchas libradas con los españoles, en las cuales murieron una gran cantidad de mayas. La quinta tendencia tiene que ver con los tomadores de decisiones, esto es con la actuación de los sacerdotes o reyes mayas. Todo parece indicar que la atención de éstos se centraba en la preocupación a corto plazo por enriquecerse: "al igual que la mayor parte de los líderes de la historia de la humanidad, los reyes y nobles mayas no tuvieron en cuenta los problemas a largo plazo, en la medida en que realmente llegaran a percibirlos." El resultado fue una nula respuesta de los reyes mayas ante las amenazas que de "verdad se cernían sobre sus sociedades."

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