El Señor supo desde el principio lo que iban a hacer los pintores del Impresionismo.
Antes de que llegaran al mundo copió su técnica, e hizo el primer otoño de la creación. Los árboles se pintaron de colores, y luego dejaron caer sus hojas lentamente.
Adán vio aquello y dijo emocionado:
-¡Qué belleza! ¡Qué poesía! ¡Cuántos motivos para la reflexión!
Eva vio aquello y dijo entusiasmada:
-¡Ah! ¡Un outlet de hojas!
¡Hasta mañana!...