Nunca desees que las cosas se hagan de prisa. No te fijes en las pequeñas ventajas. Desear que las cosas se hagan de prisa, impide que se hagan bien. Fijarse en las pequeñas ventajas, impide realizar grandes empresas. La paciencia es el ingrediente clave en el proceso del mundo natural y en nuestro mundo personal. Dijo Shakespeare: ¿qué herida que se haya curado no lo ha hecho jamás gradualmente? La paciencia infinita produce resultados inmediatos. La impaciencia fomenta el miedo, el estrés y el desánimo. La paciencia se manifiesta en la confianza, en la decisión y en su sentimiento de pacífica satisfacción. Tu perspectiva ha de ampliarse, con más conciencia, pero con el ingrediente inequívoco de la paciencia. El absurdo de tu impaciencia en la vida adelanta el reloj varias horas y arranca hojas de tu calendario. Abandona el deseo de conseguir resultados inmediatos. Observa la naturaleza es perfecta, es paciente. Cada herida se cierra a su propio ritmo.