Qué hacer ante una crisis de epilepsia

La epilepsia es un trastorno en la actividad eléctrica del cerebro producido por predisposición familiar o por alguna lesión en el cerebro.

Normalmente las señales de la epilepsia aparecen en los primeros veinte años de vida o después de los cincuenta y generalmente se identifica por episodios de crisis.

Dichas crisis tienen una duración aproximada de tres minutos y aunque los especialistas coinciden en que es poco lo que puede hacerse ante una, ya que empiezan y terminan por si mismas, hay varias acciones que pueden hacerse para dar asistencia a una persona afectada por este trastorno.

¿Qué debe hacerse ante una crisis de epilepsia?

De acuerdo a una reconocida página de internet especializada en el trastorno de epilepsia, lo primero que debe hacerse ante una crisis es conservar la calma, por más complicado que esto parezca, pues se necesita total concentración para atender a la persona afectada.

Cuando una persona tiene una crisis debe tumbársele al suelo y alejar de ella los objetos con que pueda hacerse daño, debe cuidarse que no se golpee la cabeza y que no sufra caídas bruscas, girar su cabeza hacia un lado para que pueda respirar con mayor facilidad y permanecer con ella hasta que recobre la conciencia.

Qué no debe hacerse ante una crisis

Es muy importante, según los especialistas, no sujetar a la persona para detener sus convulsiones, pues puede hacérsele daño.

Cuando se tiene una crisis, existe el impulso de cerrar la boca y se cree que la persona puede llegar a 'tragarse su lengua', sin embargo los expertos coinciden en que esto es anatómicamente imposible, no obstante, la gente suele creer que eso pasa y tiende a introducir objetos en la boca de la persona afectada, los especialistas recomiendan que esto no se haga.

Si la convulsión viene acompañada de fiebre, no debe sumergirse al afectado en agua fría.

¿Y después de la crisis?

Pasada la crisis de epilepsia, en la llamada etapa postictal, el paciente puede recuperar su conciencia pero se mostrará somnoliento, no deben dársele órdenes, pues difícilmente las acatará, la recomendación es ofrecerle ayuda y asistirlo en todo lo que se requiera.

Si ha pasado la crisis pero la persona aún no está consciente o si el período de letargo se extiende más que en crisis anteriores, debe acudirse de inmediato con un médico especialista.

Finalmente, es importante saber que después de una crisis no debe intentarse 'reanimar' al afectado con pellizcos o sacudidas, pues él debe volver a la normalidad por si mismo.

Tampoco debe exigírsele que se levante ni darle de forma inmediata agua o medicamentos.

^AC