Gerardo Solís borda sueños en el ruedo

Gerardo Mijail Solís Agüero es uno de los tantos jóvenes que aspira con alcanzar metas y hacer realidad sus sueños dentro de la fiesta brava. Convertirse en torero es sin duda la máxima ilusión de este juvenil lagunero, quien día a día borda su propia trayectoria en el ruedo.

A sus 17 años forma parte de la Academia de Cultura Taurina del Coliseo Centenario de Torreón, donde desde hace dos años y ocho meses se prepara bajo la responsabilidad de Rafael Cortés Montalvo, director de la citada escuela, ello bajo la estricta supervisión del matador Arturo Gilio, quien tiene la firme intención de crear figuras laguneras del toreo.

"Mi gusto por los toros me viene desde muy niño, cuando mi padre, fallecido apenas en enero del presente año, me llevaba a las corridas. Ahí me nació la afición por lo que hoy es mi pasión.

Al abrir sus puertas la academia de inmediato me presenté con la intención de aprender, y gracias a Dios aquí sigo, con el mismo gusto e ilusión de entonces''.

Gerardo comparte este gusto por los toros con su hermano Enrique, que tuvo cierta trayectoria como novillero y quien por razones de trabajo debió retirarse de esta actividad, aunque la practica en forma recreativa, teniendo la fortuna de alternar con él en varias ocasiones, recibiendo todo su apoyo.

En la actualidad este torerillo estudia la carrera de mecatrónica en una universidad local, sabedor de que sea cual sea su futuro en la fiesta brava, siempre será importante tener el respaldo de una profesión.

 EN LA ACADEMIA TENGO CASA Y FAMILA

Al hablar de su estancia en la Academia de la Cultura Taurina, el aspirante a novillero afirma se trata de un sitio muy especial para él, al considerarla su propia casa, al encontrar en ella el apoyo necesario para desarrollar su talento como torero, además de ser arropado y apoyado para hacer realidad el sueño de convertirse primero en novillero y después en matador de toros.

"Ahí estamos alrededor de 20 elementos, tanto hombres como mujeres, con un rango de edad que va de los ocho a los 20 años; todos somos amigos y creo que hemos hecho un gran grupo de trabajo, como si fuéramos una familia, ya que todos nos ayudamos y nos cuidamos''.

Aunque reconoce estar ansioso por debutar como novillero y recorrer las plazas en busca de oportunidades para demostrar su talento y valor, afirma estar dispuesto a esperar su momento y ello dependerá de la decisión del matador Arturo Gilio, quien cuenta con la experiencia para saber cuándo ello deberá ocurrir.

"Mi papel ahora es prepararme adecuadamente, me siento física y mentalmente preparado, pero hay que ser paciente''.

 SUEÑA CON UNA GRAN ALTERNATIVA

Al hablar de sus aspiraciones en la fiesta brava, se dijo tranquilo y dispuesto a dar pasos seguros dentro de su proceso de formación, pero reconoció que sueña con grandes logros en el ruedo y uno de ellos es alcanzar su alternativa como matador de toros, donde le gustaría tener como padrino a "El Juli" y como testigo a José Tomás. "Hay que aspirar a lo más grande, tal vez pueda hacerse realidad''.

 SENTIR AL TORO, LO MEJOR DEL MUNDO

Aunque el aspirante a novillero reconoce tener miedo ante los empitonados, afirma que sentir el paso del toro a escasos centímetros de su cuerpo es la mejor sensación que se puede vivir, ya que siente correr la adrenalina por todo el cuerpo.

"Los nervios y el miedo se sienten horas antes de entrar al ruedo, pero ya frente al toro las cosas cambian. Cuesta mucho quedarse quieto, pero en cuanto se siente pasar el toro por un costado se empieza a disfrutar cada momento''.

 LISTO EL TRAJE DE LUCES PARA EL DEBUT

En la reciente Feria de Escuelas Taurinas, efectuada en el Coliseo Centenario, Gerardo se ganó un traje de luces, al ser el mejor exponente de la Academia de la Cultura Taurina en el serial, tras cortar dos orejas en el primer festejo y posteriormente otras dos en la gran final.

"Fue una gran experiencia para mí, ya que en ambos festejos tuve la oportunidad de hacer buenas cosas y aunque ya tengo un traje de luces, este tiene un valor especial, porque me lo gané en el ruedo y lo tengo listo para cuando se dé la oportunidad de debutar''.

Destacó Solís que como parte del proceso de formación que lleva, ha tenido la oportunidad de torear mucho en el campo bravo, aunque también ha estado en plazas de Guadalajara y Saltillo, donde la afición exige mucho, pero también sabe cobijarlos, al saber que se trata de jóvenes que trabajan en busca de un sitio en la fiesta brava.

 UNA PROMESA POR CUMPLIR

En enero del presente año, Gerardo vivió la terrible pérdida de su padre, a quien le prometió convertirse en torero, de ahí que tenga una motivación extra para alcanzar su sueño.

"Sé que él está conmigo en todo momento y que cuando estoy en el ruedo él se encuentra por ahí en una barrera. Mi mamá de pronto va a uno que otro festejo, pero sé que es muy difícil para ella. Este es el camino que elegí y debo seguirlo y aunque no esté muy convencida de ello, sé que me respalda'', concluyó el juvenil torero.