Vocación definida

Eugenio Derbez, quien hoy domingo cumple 50 años, siempre tuvo su vocación bien definida, el histrionismo y el ingenio lo acompañaron desde la cuna. "Recuerdo que desde pequeño quise ser actor, pero me imaginaba como actor serio, ya que no pensé nunca en dedicarme a la comedia", recuerda Eugenio, quien en días de asueto acompañaba a su madre al trabajo.

"Yo me iba a los foros con mi mamá y me empezó a gustar mucho. Hasta le pedía a mi mamá (Silvia Derbez) que me metiera de extra en las telenovelas en lo que fuera". El padre de Eugenio fue publicista y tenía agencias de publicidad.

"Mi papá producía el premio de los 64 mil pesos y le compraba el tiempo a Televisa, así que siempre estuve en contacto con la empresa".

El creador de La Familia Peluche entonces decidió dedicarse a los escenarios.

"Estudié actuación, canto, baile y hasta mucho después, en realidad hasta que empecé a hacer el programa con Anabel Ferreira fue que me di cuenta que tenía facilidad para hacer reír"; comenta Eugenio quien reconoce que siempre tuvo agudeza mental, pero desconocía que tenía la bis cómica.

"Pues de niño me gustaba hacerme el chistoso en la escuela, pero no lo ubicaba como algo en lo que posteriormente me pudiera desenvolver", destaca el comediante.

Eugenio Derbez está continuamente envuelto en proyectos y aunque él no escribe todos sus parlamentos, sí se involucra en todos los niveles de producción.

Ahora que se encontraba trabajando en la serie de comedia Rob!, con Rob Schneider, Eugenio Derbez hacía viaje especial desde Los Ángeles a México sólo para editar La Familia Peluche. "Tengo que estar presente en el proceso de edición, porque no tienes idea de la cantidad de chistes que se perderían si alguna otra persona editara el programa", revela.

"Mi humor es muy complejo. A veces algunas personas me dicen que le ponga más picante, otras más conservadoras me piden que sea más moderado, lo que sí trato de hacer es de tener una mezcla de humor variado, para que le llegue a todo tipo de público", asegura.