El candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, deslindó a su partido del exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, luego de que el gobierno de Estados Unidos presentara una acusación por lavado de dinero.
"El partido se deslinda, no está para defender a nadie y sí para exigir la aplicación de justicia", dijo Peña Nieto.
El candidato descartó, por ahora, que se trate de una acción del gobierno mexicano contra su campaña.
Desde que surgieron las acusaciones contra Yarrington y los también exgobernadores Manuel Cavazos y Eugenio Hernández, a principios de año, se rumora que el gobierno mexicano podría proceder contra otros prominentes priistas.
La distancia que el PRI puso con Yarrington fue reiterada por el coordinador de la campaña de Peña Nieto, Luis Videgaray.
"No vamos a defender a alguien en esta inexplicable situación y le pedimos (a Yarrington) que comparezca ante la justicia", dijo.
Yarrington fue gobernador de Tamaulipas de 2004 a 2010 y enfrenta una demanda del gobierno de Estados Unidos que busca decomisar propiedades supuestamente adquiridas a través de prestanombres con dinero ilegal.
Según el gobierno estadounidense, Yarrington habría aceptado sobornos del Cártel del Golfo.
Sin embargo, el Departamento de Justicia de Estados Unidos aclaró que el exgobernador no ha sido detenido ni acusado formalmente.
