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Halle Berry, maltratada y bendecida

El País

MADRID, ESPAÑA.- Los psicólogos afirman que muchas mujeres maltratadas de niñas buscan parejas con las que repetir esos comportamientos. Y parece ser verdad, tremenda, pero contrastada.

Halle Berry (nacida en Cleveland, Ohio, bajo el signo de Leo, en 1966), magnífica actriz, guapa y con porte y movimientos elegantes, reúne en su biografía luces y sombras de descomunal contraste. Y sorprende encontrarlas en una mujer que, además, exteriormente personifica los valores del éxito.

La vida de Berry es, por un lado, un ejemplo de voluntad, de carácter, de orgullo de raza y clase social, de trabajo y de cerebro bien organizado respecto a su trabajo.

Y por otro, quizá su Mr. Hyde particular, de una huida hacia delante a la búsqueda de alguien que abuse de ella más que el abusador anterior. Y algo hay en su expresión (o tal vez la simpatía hace imaginarlo) que advierte sobre un poso de tristeza instalado muy al fondo, pero activo. Tal vez por eso ver el trabajo de Berry interpretando a la desaparecida Dorothy Dandridge (Carmen Jones o Porgy and Bess) en el telefilme sobre su vida espeluzna un poco.

En Introducing Dorothy Dandridge se recogen los inicios y la decadencia de la colega de Berry y su escasa suerte en el amor (dos matrimonios y una relación con el gran director, no tanto como ser humano, Otto Preminger). Entre Dandridge y Berry hay curiosas coincidencias: mestizas, de padres separados, nacidas en la misma ciudad y hasta en el mismo hospital, bellísimas y sin suerte en sus uniones sentimentales.

Claro que, hasta hoy, Berry sale ganando. Mientras la primera (1923-1965, muerte por sobredosis) sufrió el apartheid puro y duro (por ejemplo, no la dejaban hospedarse en los grandes hoteles que la contrataban para cantar) y estuvo nominada al Oscar por su trabajo en Carmen Jones (1954) sin conseguirlo, a Berry le tocaron tiempos de mayor integración y es la primera negra ganadora de un Oscar, como actriz protagonista, por Monster’s Ball (2001).

De cualquier modo, el trabajo de Berry interpretando a Dandridge (y que le valió un Emmy en el año 2000) –una actuación con muchas lágrimas y una aureola de dolor– da la impresión de ir más allá del trabajo.

Su vocación de líder (ya en el instituto fue presidenta de la clase y reina de su promoción) y su capacidad analítica son algunos de los aspectos más evidentes de Berry: su belleza era innegable, luego debía utilizarla. A los 17 años le hizo ganar un premio para adolescentes, Miss Teen All-American, en el que representaba a su Estado, Ohio; un año más tarde fue primera dama de honor de Miss EE UU y luego, la primera negra aspirante a Miss Mundo. El siguiente paso fue hacer anuncios, lo que la llevó a convertirse en modelo.

De ahí a televisión, con la serie Living Dolls. Allí comenzó a labrarse una fama profesional que ha mantenido: es muy tozuda y, en ocasiones, extrema. Circula la anécdota de su debut cinematográfico de la mano de Spike Lee (que como es notorio siente debilidad por las mujeres de su raza y guapísimas) en Fiebre Salvaje (1991).

La actriz hacía de una marginal adicta al crack y, para sumergirse en el personaje, estuvo días sin pisar la ducha. Pero también en el rodaje su disciplina laboral le hizo despistarse en el cuidado de su diabetes y rozó el coma.

Continuó mezclando miniseries y telefilmes con películas sin mucha relevancia –aunque en todas se recordaba a aquella chica tan guapa–: El Último Boy Scout, con Bruce Willis; El Príncipe de las Mujeres, con Eddie Murphy, o Los Picapiedra– la condujeron hasta Bulworth, con Warren Beatty, una sátira política que no alcanzó el triunfo que Beatty esperaba pero que a ella le sirvió de catapulta.

Hasta que apareció X-Men, ese éxito imprescindible para que una carrera despegue (del que se benefició igualmente Hugh Jackman).

Fue la mutante Tormenta, y bajo su peluca albina y sus ojos blanquecinos, made in digital work, se hizo notar una vez más. El taquillazo mundial hizo el resto. Por ejemplo, ser elegida como la chica de la, también comercial, Operación Swordish, con John Travolta y, de nuevo, Jackman, y a la que aportó una escena de top less que ha quedado como una de las apariciones más sexy de los últimos años. En ese apartado Berry es un tanto dual. Mientras declaraba que lo último que quería hacer era “usar la carta de la belleza”, posaba y posa regularmente para fotografías en posturas atrevidas y con muy poca ropa.

Y por fin llegó Monster’s Ball, una dramática y pequeña película con la que, en teoría, no se podía ganar otra cosa que una dosis de prestigio. Y vaya si cumplió el objetivo, su primer Oscar en una edición que parecía diseñada por The Black Power, con otro Oscar para Denzel Washington y el honorífico para Sidney Poitier. Esa noche Berry explotó de alegría, orgullo y, probablemente ese momento le compensó de los sapos tragados.

Pero tras el talento mundialmente reconocido (y la elevación del caché), se convirtió en chica Bond, en Muere otro día , lo que sorprendió a unos cuantos. Su cerebro se había impuesto de nuevo. Bond era estar en el mejor sitio del gran cine de acción realizado con muchos medios y también demostrar que una profesional como ella puede hacer de todo.

Un Oscar no significa dedicarse en exclusiva a Shakespeare. Y el dinero es importante (con él cumplió su deseo de comprarle una gran casa a su madre), entre otras cosas, para arriesgarse de vez en cuando. Si cobró 2.5 millones de euros por Operación Swordfish, bajó a 600.000 para hacer Monster’s Ball, pero para la de Bond pidió 4 millones.

Es más, en Muere Otro Día ella acaparó las portadas de todas las publicaciones (que de modo tradicional se dedicaban al actor que interpreta a 007); ella fue, sin duda, la estrella de la gala londinense a la que asistió la reina Isabel y ella lanzó un órdago a los productores de la saga. ¿Por qué no crear de su personaje una agente con entidad independiente del agente británico?

La idea les gustó a Barbara Broccoli y Michael Wilson y empezaron a trabajar. Incluso hablaron con Stephen Frears, que aceptó dirigirla. Y entonces intervino MGM, estudio y distribuidor de 007, y lo vetó. Era demasiado riesgo, no tanto para el personaje debutante como para la posible sombra que podría hacer a su gran producto, su niño mimado, el que nunca ha dejado de dar enormes beneficios: el agente con licencia para matar. La actriz vio cómo su apuesta quedaba en la cuneta, pero, aun así, se había acercado más que nadie antes a hacer historia en el negocio cinematográfico.

Mientras tanto, su vida sentimental ha dado muchos y dolorosos tumbos. Y no lo oculta: “Honestamente, es la mejor manera de salir adelante, aunque a veces pienso que es muy duro y no quiero hablar sobre eso”. Berry ha confesado que la importante sordera que sufre en el oído izquierdo se debe “a una paliza” de su primer marido, David Justice, un deportista profesional con quien estuvo casada cuatro años y de quien dijo al principio: “Es mi príncipe en un caballo blanco”. Y tampoco ha ocultado que tras el divorcio pensó en el suicidio. “Iba a sentarme en el coche y a aspirar el humo, cuando, de repente pensé: ‘No lo hagas, ¿qué va a pensar mi madre si me encuentra aquí?”. Otra de sus relaciones acabó cuando “él se marchó” llevándose sus joyas. Y dijo de Wesley Snipes: “Rompió mi espíritu, pero no mi corazón”.

Cuando conoció al cantante Eric Bennet declaró haber encontrado al hombre de su vida. Ambos se casaron en 2001 y, enseguida, comenzaron los rumores sobre sus desavenencias porque, mientras ella cuidaba a India, la hija adolescente que Bennet aportó al matrimonio (se dice que Berry, además de ser muy maternal, no quería que India viviera como ella misma las secuelas de tener padres separados), él tenía otras historias fuera de casa. Que si era adicto al sexo, que si se arrepentía y se ponía en tratamiento, que si le pedía perdón, que si tras un alejamiento él regresaba a casa… pero llegó la separación que ahora ya parece definitiva.

Lo que permanece para Berry es su cariño y dedicación a India (su madre murió en 1994), a quien ha adoptado legalmente: “Ella necesitaba una madre tanto como yo una hija. Nunca usamos ‘madrastra’. Me llama mamá y eso me hace sentir muy bien. Ella es mi hija ahora, y eso nunca va a cambiar”.

Ese aspecto de Berry, el de la persona que entrega a otros el amor y el cuidado que quizá ha echado en falta toda su vida, es algo que a ella no le apetece comentar, no así quienes la conocen de cerca. Durante el reciente rodaje de Gothika, una historia de terror en la que comparte protagonismo con Penélope Cruz, las dos actrices se hicieron amigas. Desde entonces Cruz sólo tiene hermosas palabras para Berry: “Ella es realmente un ángel”.

La actriz vivió un triste episodio, en Los Ángeles, cuando, en su coche, se saltó un semáforo en rojo y chocó con otro, cuyo conductor se rompió la muñeca. Ella, que recibió 22 puntos en la cabeza, fue acusada de no prestarle ayuda. Una multa de 13.500 euros, 200 horas de servicios a la comunidad y una especie de libertad condicional son el resultado de un litigio en el que no hay unanimidad. A pesar de la sentencia, para unos Berry abandonó al herido y para otros lo llevó al hospital.

Lo que es cierto es que la peor parte de su última crisis matrimonial transcurrió durante el rodaje de Gothika y el de Catwoman, donde trabaja con Benjamin Bratt, y por el que ha cobrado 6 millones de euros. La película ya ha destapado la fiebre del mercadeo que acompaña a las grandes producciones. Coincidiendo con el estreno aparecerá, de momento, una Barbie Catwoman.

La buena racha profesional de la actriz (incluida una publicidad muy bien pagada de la marca Revlon) probablemente será un bálsamo para sus continuadas heridas sentimentales. Tras la segunda parte de X-Men (que filmó antes de Gothika) y habiendo cedido su voz a un personaje animado en Robots, tiene previstas tres películas, una tras otra: The Set-Up, un drama que dirigirá Sidney Lumet (y donde repetirá con Benjamin Bratt), Nappily Ever After, que dirigirá Patricia Cardoso (Las mujeres de verdad tienen curvas) y The Guide, un thriller que hará Lee Tamahori. Y ojalá le haya llegado el tiempo en que su vida elija, definitivamente, el género de la comedia.

“Tormenta” de éxito

Su nombre era casi desconocido hasta hace poco, aunque muchos la identificaban con Tormenta de X-Men. Ahora, con un Oscar en su haber, Halle Berry es una de las estrellas más respetadas en Hollywood. Y también la última chica Bond.

-Halle Berry empezó su carrera artística en el mundo de la moda: primero participó en diferentes concursos de belleza, y después se hizo modelo profesional. En este sector trabajó durante varios años, llegando a ser la imagen publicitaria de la conocida marca de cosméticos Revlon.

-Su experiencia en el mundo de la moda hizo que su primer papel como actriz fuera el de una joven modelo en una serie de televisión. A partir de ese momento, se alejó del mundo de las pasarelas y destinó todas sus energías hacia la interpretación.

-En 1991 se produjo su debut cinematográfico con la película Fiebre salvaje, del conocido director Spike Lee. A este film le siguieron algunos títulos de aire más comercial -entre ellos El último Boy Scout, junto a Bruce Willis, o Boomerang: el príncipe de las mujeres, con Eddie Murphy- y también otras películas del circuito independiente, como La carrera del sol o Corazones rasgados.

-Con el tiempo, la carrera y la popularidad de Berry han ido en ascenso, y con cada una de sus interpretaciones se ha ido ganado el respeto de la crítica. Su punto álgido llegó en 2002, cuando consiguió su primera nominación y su primer Oscar como mejor actriz por su papel de mujer luchadora en Monster's Ball.

-En su filmografía también destacan títulos como Los Picapiedra, adaptación a la gran pantalla de la serie de dibujos animados; Girl 6, de nuevo con Spike Lee; X-Men, la versión cinematográfica del famoso cómic; y Operación Swordfish, un thriller sobre hackers informáticos protagonizado por John Travolta y Hugh Jackman.

-Últimamente hemos podido verla como chica Bond en la última entrega de las aventuras de 007, Muere otro día; y de nuevo enfundada en el traje de la superheroína Tormenta en X-Men 2.

FUENTE: Agencias

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