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Dr. Raúl Domínguez González

Cambios en el Seno y el Riesgo de Desarrollar Cáncer

Durante el transcurso de su vida, una mujer puede experimentar una amplia variedad de cambios en el seno. Éstos son cambios normales que ocurren durante el ciclo menstrual, así como varios tipos de bultos benignos. Lo que tienen en común estas condiciones es que no son cancerosas. Incluso, entre los bultos de seno que requieren una biopsia, un 80 por ciento resulta ser benignos.

Cada seno tiene de 15 a 20 secciones, llamadas lóbulos, y cada lóbulo tiene lobulillos más pequeños. Los lobulillos terminan en docenas de bulbos diminutos que pueden producir leche. Los lóbulos, lobulillos y bulbos están conectados por tubos delgados llamados conductos. Estos conductos llegan al pezón que está centrado en el área oscura de la piel llamada la areola. Los espacios entre los lobulillos y los conductos están llenos de grasa. No hay músculos en el seno; los músculos están debajo de cada seno y cubren las costillas.

Estos rasgos normales a veces pueden hacer que los senos se sientan como que tienen bultos sobre todo en las mujeres delgadas o que tienen senos pequeños.

Además, desde el momento en que una niña empieza a menstruar, sus senos sufren cambios regulares cada mes. Muchos médicos creen que la mayoría de los senos desarrolla algunos cambios permanentes que empiezan cuando la mujer se acerca a los 30 años de edad. En algún momento, cerca de la mitad de las mujeres experimentarán síntomas tales como masas o bultos, dolor o secreción del pezón. Generalmente estos síntomas desaparecen con la menopausia.

Algunos estudios muestran que la probabilidad de desarrollar cambios benignos del seno es mayor en una mujer que nunca ha tenido hijos, que tiene ciclos menstruales irregulares o que tiene una historia de cáncer de seno en su familia. Las condiciones benignas de seno son menos comunes entre las mujeres que toman píldoras anticonceptivas o que tienen sobrepeso. Debido a que generalmente estos cambios afectan los tejidos glandulares del seno, las condiciones benignas del seno son un problema mayor para las mujeres en edad fértil que tienen senos más glandulares.

Tipos de cambios benignos del seno

Los cambios benignos del seno se clasifican en varias categorías. Estos son cambios generalizados, masas solitarias, descarga del pezón, infección e inflamación.

Cambios generalizados del seno

Los abultamientos generalizados del seno se conocen por varios nombres, tales como cambios por enfermedad fibroquística y enfermedad benigna de seno. Este abultamiento que a veces se describe como "en cordones" o "granular", puede a menudo palparse en el área alrededor del pezón y la areola y en la parte superior externa del seno. Tales abultamientos pueden ser más obvios a medida que la mujer se acerca a la edad madura y el tejido glandular productor de leche en sus senos se convierte cada vez más en tejido suave y grasoso. A menos que ella esté tomando hormonas de reemplazo, este tipo de abultamiento generalmente desaparece definitivamente después de la menopausia.

El ciclo menstrual también trae cambios cíclicos al seno. Muchas mujeres experimentan inflamación, sensibilidad y dolor antes y, a veces, durante sus períodos menstruales. Al mismo tiempo, se pueden presentar uno o más bultos o masas, o la sensación de más abultamiento debido al líquido adicional que se acumula en el tejido del seno. Estos abultamientos normalmente desaparecen al final de la menstruación.

Durante el embarazo, las glándulas productoras de leche se hinchan y los senos pueden sentirse más abultados que de costumbre. Aunque muy rara vez, se ha diagnosticado cáncer de seno durante el embarazo. Si usted tiene alguna inquietud acerca de cómo se sienten o ven sus senos, consulte a su médico

Bultos solitarios

Las condiciones benignas de los senos también incluyen varios tipos de bultos solitarios distintos. Estos bultos, que pueden aparecer en cualquier momento, pueden ser grandes o pequeños, suaves o gomosos, sólidos o llenos de líquido.

Los quistes son bolsas llenas de líquido. Se presentan con más frecuencia entre las mujeres de 35 a 50 años de edad y a menudo se agrandan y se vuelven sensibles y dolorosos justamente antes del período menstrual. Los quistes se encuentran normalmente en ambos senos. Algunos son tan pequeños que no se pueden palpar; rara vez los quistes pueden tener varias pulgadas de largo. Los quistes normalmente son tratados por observación o por aspiración con aguja fina y pueden verse claramente en las ecografías.

Los fibroadenomas son tumores benignos sólidos y redondos que se componen de tejido estructural (fibroso) y de tejido glandular (adenoma). Normalmente estos bultos no causan dolor y la mujer los descubre ella misma. Los fibroadenomas se sienten gomosos y se pueden mover fácilmente; son el tipo más común de tumores entre las mujeres que tienen alrededor de veinte años y ocurre el doble de veces entre las mujeres afroamericanas que entre las otras mujeres de los Estados Unidos.

Los fibroadenomas tienen una apariencia típicamente benigna en las mamografías (masas lisas, redondas, con un borde claramente definido) y se pueden a veces diagnosticar con aspiración de aguja fina. Aunque los fibroadenomas no se convierten en malignos, con el embarazo y con la alimentación de pecho se pueden agrandar. La mayoría de los cirujanos piensan que es bueno extraer los fibroadenomas para asegurarse de que son benignos.

Necrosis grasa es el nombre dado a bultos redondos y firmes que no duelen, formados por tejidos grasos dañados y desintegrados. Esta condición ocurre típicamente entre mujeres obesas con senos muy grandes. Generalmente se desarrolla a causa de una magulladura o golpe en el seno, aunque la mujer no pueda recordar la lesión específica. A veces la piel alrededor de los abultamientos se ve roja o magullada. La necrosis grasa puede fácilmente confundirse con cáncer, por lo que tales bultos son extraídos por medio de una biopsia quirúrgica.

Adenosis esclerosante es una condición benigna que implica el crecimiento excesivo de tejidos en los lobulillos del seno. Con frecuencia causa dolor. Normalmente los cambios son microscópicos, pero la adenosis puede producir abultamientos y puede aparecer en la mamografía como calcificaciones. Al menos que se haga una biopsia, la adenosis puede ser difícil de distinguir del cáncer. El tratamiento usual es la biopsia quirúrgica que proporciona el diagnóstico y el tratamiento a la vez.

Secreción del pezón

Algunas condiciones benignas de los senos producen secreción del pezón. Puesto que el seno es una glándula, las secreciones del pezón no son raras ni necesariamente una señal de enfermedad en una mujer madura. Por ejemplo, entre las mujeres que toman píldoras anticonceptivas u otros medicamentos, incluso los sedativos y tranquilizantes, cantidades pequeñas de secreción ocurren normalmente. Si la secreción es causada por una enfermedad, es más probable que la enfermedad sea benigna y no cancerosa.

Las secreciones del pezón tienen una variedad de colores y texturas. Una secreción lechosa puede deberse a muchas causas, como a problemas de la tiroides, pastillas anticonceptivas u otros medicamentos. Las mujeres con abultamientos generalizados del seno pueden tener una secreción pegajosa de color café o verde.

El médico tomará una muestra de la secreción y la enviará a un laboratorio para ser analizada. Las secreciones pegajosas benignas son tratadas principalmente manteniendo el pezón limpio. La secreción causada por una infección puede requerir antibióticos.

Una de las causas más comunes de una secreción sangrienta o pegajosa es un papiloma intraductal o crecimiento de una pequeña formación, parecida a una verruga, que se proyecta en los conductos del seno cerca del pezón. Cualquier golpe ligero o magulladura en el área del pezón puede causar que el papiloma sangre. Los papilomas intraductales aislados (solitarios) afectan normalmente a las mujeres que se acercan a la menopausia. Si la secreción se vuelve molesta, el conducto afectado puede extraerse quirúrgicamente sin afectar la apariencia del seno. Los papilomas intraductales múltiples, por el contrario, son más comunes entre las mujeres más jóvenes. Ocurren a menudo en ambos senos y es más probable que estén relacionados con un abultamiento que con una secreción del pezón. Los papilomas intraductales múltiples o cualquier papiloma relacionado con un abultamiento, se deben extraer.

(Continuará mañana lunes)

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