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MÉXICO, DF.- A través de la historia de México, muchas mujeres han destacado por su aportación histórica. Algunas lo han hecho por su valor, entrega y amor a la patria, otras por traición; pero sin duda alguna, Frida Kahlo dio gran valor al arte mexicano.
De ceja poblada, lunar entre cejas, amante del folklore mexicano que demuestra en su forma de vestir, con aretes largos, joyas llamativas y largos moños de colores en su cabeza, Frida Kahlo expresa su soledad, sufrimiento, amor y desesperación a través de la pintura.
La obra de Frida Kahlo, orgullosamente mexicana, se caracterizó por realizar numerosos autorretratos, su arte está relacionado con el mundo material, el sufrimiento, los animales, frutas, plantas, tierras y cielos, principalmente.
Entre los años de 1944 y 1954, Frida Kahlo escribe su diario, a través del cual se puede conocer más a fondo la personalidad y el sufrimiento de la pintora, que de alguna manera influenciaron para realizar su obra la cual a través de los años sigue vigente en el gusto de las personas.
Magdalena Carmen Frida y Calderón nació el seis de julio de 1907 en Coyoacán, un pueblo de la periferia de la ciudad de México, hija de Matilde Calderón y González, mestiza católica y de Guillermo Kahlo, fotógrafo judío de ascendencia germano-austrohúngara.
Frida Kahlo decide festejar su cumpleaños el siete de julio y en 1910, cuado estalla la Revolución Mexicana, reivindica ese año como el de su primer nacimiento.
Una vida llena de emociones intensas, sufrimientos físicos, emocionales y en algunos casos políticos, caracterizan su existencia, sin embargo, siempre enamorada del muralista mexicano Diego Rivera, quien se convertiría en la principal razón de su existencia.
Una nota en su diario refleja el amor de la pintora hacia Rivera: “Diego principio, Diego constructor, Diego mi niño, Diego mi novio, Diego pintor, Diego mi amante, Diego mi esposo, Diego mi amigo, Diego mi madre, Diego mi padre, Diego mi hijo, Diego yo, Diego Universo, Diversidad en la Unidad”.
El año de 1925 fue sin duda el más difícil para ella, pues el 17 de septiembre cuando regresaba de la escuela sufre un accidente de tráfico que le deja como resultado fracturas en la pelvis y en la columna vertebral, y no poder procrear, así como otras lesiones de gravedad, situación que la orilla a comenzar a pintar.
La primera venta importante de la pintora Kahlo se concreta en 1938, cuando el actor de cine Edward G. Robinson compra cuatro cuadros. Del primero al 15 de noviembre de ese mismo año, 25 cuadros son expuestos en la galería Julián Levy, de Nueva Cork.
Hacia 1939, Kahlo viaja a Francia y permanece en la casa de André Bretón y su esposa Jacquelin Lamba, donde sus amigos le han prometido organizar una exposición propia.
Después de ser hospitalizada a causa de una inflamación renal, se traslada al departamento de Mary Reynold, íntima amiga de Arcel Duchamp, donde conoce a Kandinisky, Picasso, Max Ernest, Paul Eduard y Joan Miró, miembros del círculo surrealista de Bretón.
El diez de marzo de 1939, la exposición titulada Mexique se inaugura en la galería Renou & Colle, que incluye la obra del fotógrafo Manuel Álvarez Bravo y la colección privada de Bretón sobre arte popular mexicano.
Hacia 1929 contrae matrimonio con Diego Rivera, sin embargo en el verano de 1939 se separan, luego de que Kahlo descubre que Rivera la engaña con su hermana Cristina; en diciembre finaliza el proceso de divorcio de la pareja de pintores mexicanos y el ocho de diciembre de 1940 vuelven a contraer matrimonio.
Hacia 1940 aumenta el prestigio artístico de Kahlo por lo que en enero realizó sus dos lienzos más grandes: Las Dos Fridas (1939) y el actual extraviado La Mesa Herida se incluye en la Exposición Internacional del Surrealismo, en la Galería de Arte Mexicano.
Los últimos diez años de vida de Frida Kahlo son los más duros, marcados por la intensificación de los malestares físicos, las frecuentes temporadas en hospitales y numerosas operaciones que terminan con la amputación de la pierna izquierda.
“En mi figura completa sólo hay uno y quiero dos. Para tener yo los dos me tienen que cortar uno. Es el uno que no tengo el que tengo que tener para poder caminar y el otro será ya muerto. A mi las alas me sobran, que las corten y a volar”.
En 1946 el ministro de Educación otorga a Frida Kahlo el Premio Nacional de Artes y Ciencias, en junio se le practica un injerto óseo en Nueva York, hacia 1951 es confinada a una silla de ruedas. En 1952 inicia una serie de naturalezas muertas.
Finalmente, el 13 de julio de 1954, Krida Kahlo muere, oficialmente se determina que la causa de su deceso fue una embolia pulmonar, sin embargo se sospecha la posibilidad de un suicidio.
“Me amputaron la pierna hace seis meses, se me han hecho siglos de tortura y en momentos casi perdí la razón. Sigo sintiendo ganas de suicidarme, Diego es el que me detiene, por mi vanidad de creer que le puedo hacer falta, esperaré un tiempo”.
Frida Kahlo dejó plasmado en sus cuadros surrealistas, llenos de color, su tristeza, alegría, desesperación, angustia y ganas de vivir, “yo nunca he pintado mis sueños. Sólo he pintado mi propia realidad”, asegura en su diario.
Sin duda alguna, esta es una de las mujeres más importantes que México ha dado al mundo, no sólo a este país, sino al resto de la población que se deleita con la producción artística de la pintora, que aún permanece en el gusto del público conocedor.
Reflejo...
Influida por la obra de su marido, Frida Kahlo adoptó el empleo de zonas de color amplias y sencillas plasmadas en un estilo deliberadamente ingenuo.
Al igual que Rivera, ella quería que su obra fuera una afirmación de su identidad mexicana y por ello recurría con frecuencia a técnicas y temas extraídos del folklore y del arte popular de su país.
Más adelante, la inclusión de elementos fantásticos, claramente introspectivos, la libre utilización del espacio pictórico y la yuxtaposición de objetos incongruentes realzaron el impacto de su obra, que llegó a ser relacionada con el movimiento surrealista.
CREACIONES
Algunas de las obras de Frida Kahlo:
-Autorretrato con Traje de Terciopelo, 1926.
-Retrato de Miguel N. Lira, 1927.
-Autorretrato con Collar, 1933.
-Frieda y Diego Rivera, 1931.
-Autorretrato, 1938.
-Autorretrato con Mono, 1938.
-Lo que vi en el Agua, 1938.
-Las Dos Fridas, 1939.
-Autorretrato con Pelo Cortado, 1940.
-Autorretrato Dedicado al Dr. Eloesser, 1940.
-Autorretrato con Trenza, 1941.
-Retrato de Doña Rosita Morillo, 1944.
-Yo y mis Pericos, 1941.
-Autorretrato con Monos, 1943.
-Autorretrato como Tehuana o Diego en mi Pensamiento, o Pensando en Diego, 1933.
-La Columna Rota, 1944.
-El Abrazo de Amor del Universo, la Tierra (México), 1949.
-Diego y Yo, 1949.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
