EFE
NUEVA YORK, EU.- El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo ayer que la captura de Saddam Hussein podría ayudar a mejorar las condiciones de seguridad en Iraq, aunque subrayó que el fin de la ocupación es la clave para acabar con la violencia allí.
Annan, quien hoy presentará un informe en el Consejo de Seguridad sobre el futuro de las operaciones de la Organización de las Naciones Unidas en Iraq, destacó que la captura de Saddam es un acontecimiento “positivo”.
No obstante, estimó que lo único que acelerará el retorno de la ONU, cuyo personal internacional fue retirada a otros países de la región ante el recrudecimiento de la violencia, es “el establecimiento de un entorno seguro”.
Aunque admitió que la detención de Saddam elimina la incertidumbre que generaba, estimó que se verá realmente un descenso de la violencia y las actividades de la resistencia cuando acabe la ocupación.
“A mi juicio, la clave está en poner fin a la ocupación” de manera que los que dicen luchar en la resistencia pierdan su incentivo, destacó.
Según Annan, hace tiempo que muchos iraquíes se dieron cuenta de que Saddam “estaba fuera de juego” y que no volvería, pero la detención del ex presidente ha permitido que la sombra que creó se haya eliminado por completo.
“Con esta captura se ha eliminado la sombra que todavía merodeaba sobre los acontecimientos y el proceso de transición política en el país”, indicó.
Agregó que espera que también este acontecimiento ayude a acelerar el proceso de reconciliación interna, que pasa por la creación de un gobierno provisional iraquí, que “incluya a todos y sea transparente”.
Por otro lado, el secretario general abogó para que Saddam sea llevado ante la justicia para ser juzgado por graves crímenes, entre ellos violaciones sistemáticas a los derechos humanos y a la Ley humanitaria internacional.
“Es esencial y vital que todos aquellos responsables por estos crímenes sean enjuiciados y creo que debe hacerse a través de juicios abiertos y en tribunales establecidos apropiadamente y que respeten las normas y estándares de derecho internacional, incluida la Ley humanitaria”, subrayó.
Por ello, recordó que las Naciones Unidas no apoyan la pena de muerte y que ninguno de los tribunales que ha establecido para tratar crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos incluye esta sentencia.
“Como secretario general y la ONU como organización no vamos a dar un giro ahora y apoyar la pena de muerte”, indicó.
Pese a que el presidente de EU, George W. Bush, ha pedido que Saddam sea sometido a un juicio público con supervisión internacional, aún no se sabe si la ONU tendrá algún papel en el proceso.
“Si se le pide a la ONU que intervenga, el Consejo de Seguridad estará en condiciones de discutirlo y tomar las decisiones necesarias. Por el momento, no es una cuestión que esté sobre la mesa”, anotó.
Sus declaraciones tuvieron lugar después de que el Consejo de Seguridad emitiera una escueta declaración a través de su presidente de turno, el embajador de Bulgaria ante la ONU, Stephan Travov, en la que acogió “con beneplácito la captura” de Saddam.
El Consejo también expresó su apoyo a una declaración de Annan, a través de su portavoz, en la que manifestó su esperanza de que la captura ayudara a restablecer la estabilidad en el país.
En el informe que se presentará hoy en el Consejo de Seguridad pide que se clarifique con exactitud el papel que la Autoridad Provisional de la Coalición y el Consejo de Gobierno iraquí tienen previsto que desempeñe la ONU en el proceso de transición política.
Asimismo, dice que mantendrá de momento las oficinas de la ONU en Nicosia (Chipre) y en Ammán (Jordania) hasta que mejoren las condiciones de seguridad y sus empleados puedan volver y se sepa claramente cuáles serán las funciones que realizará el organismo internacional para asumir ese riesgo.
