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Julio Iglesias niega ser leyenda musical

Notimex

MÉXICO, DF.- El cantautor español Julio Iglesias, considerado el artista de habla hispana más famoso del mundo, rechazó ser una leyenda viviente en el arte musical, como su público y la crítica lo consideran, y afirmó que lo único que lo mantiene de pie y exento de la muerte es su amor por el canto.

Ese amor y las bendiciones derivadas de él, dice cambiaron su vida para siempre y lo transformaron en un hombre "más que feliz" y sentenció que cuando la gente lo olvide, ese día dejará de existir.

"Si el público supiera la diferencia tan pequeña que hay entre el éxito y el fracaso, entenderían lo débil y vulnerable que soy delante de ellos", agregó.

Con más de 250 millones de discos vendidos en el mundo, más de cuatro mil conciertos ofrecidos en los cinco continentes, una extensa cartera de éxitos y 77 álbumes grabados en 35 años de sólida trayectoria, el afamado intérprete confesó que su historia "ha sido privilegiada e increíble".

Luchador incansable de la justicia, poseedor de excelente buen humor, amante del sentido de la vida y galante por naturaleza, Julio Iglesias explicó que ubicarse como intérprete en un sitio preponderante no fue fácil, pero tampoco difícil.

Se acomoda en su silla, mira fijamente el exterior del hotel donde se hospeda en esta capital y donde conversó con Notimex, y con sencillez confianza que ha habido errores en su carrera, pero que éstos no se comparan con los aciertos y el aprendizaje diario.

"Cuando presenté mi primera canción (La Vida Sigue Igual, 1968) tuve la curiosidad de saber por qué le gustaba tanto al público, probé con otras melodías y entonces me di cuenta del amor que comenzaba a nacer entre nosotros, me percaté de que cada vez que nos encontrábamos, mi sangre circulaba por mi cuerpo de una manera diferente y comprendí que ya no podría vivir sin ellos".

Recordó que al principio pensaba que todo era un accidente, que ocurre y después se olvida, pero ante el interés de la gente por escucharlo comprendió que se empezaba a escribir la historia de su vocación que hoy, asegura, ocupa el 99.9 por ciento de su vida.

Julio José Iglesias de la Cueva -como es su nombre completo-, nacido el 23 de septiembre de 1943, tenía 25 años cuando el éxito acarició sus pasos en la música. Aceptó entonces que surgieron dudas que ponían en entredicho su futuro.

"Tenía poco talento, pero una gran devoción por el arte, quise aprender de todo cuanto había y cuando alguien cuestionaba mis sacrificios soltaba una carcajada por dentro, porque nadie comprendía que tener la oportunidad de cantar y comunicar algo a la gente era y es lo más grande que me ha sucedido y sin lo cual, sería imposible continuar viviendo". expresó.

"Antes, me tardaba dos meses en hacer un disco entero, ahora sólo gasto dos horas físicamente, pues cuando voy a tener un gallo, es decir, una mala nota, la sostengo en el estómago y cuando llega a mi garganta, ya está dominada. Cantar es una expresión emocional natural en mi", agregó.

Julio Iglesias, quien convirtió en éxitos internacionales temas como Me Olvidé de Vivir y Con la Misma Piedra, comentó que cocinar, pintar, o incluso caminar dos kilómetros, son actividades que le resultan complicadas y, por el contrario, cantar es lo más sencillo del mundo para él.

Querido en escenarios tan distantes como Angola, Indonesia, Singapur, Finlandia, Hong Kong, China y Vietnam, narró que cuando sale a mostrar su talento "me siento como una gallina alborotada que sabe cuando su gallo viene en camino".

"Antes me daban nervios, pero ahora cuando salgo a entregar el alma, comprendo que soy adicto a esa necesidad y agradezco infinitamente a las personas que me brinden su tiempo", enfatizó.

Aficionado a los vinos, el mar y las excentricidades, ganador de numerosos premios internacionales, amigo de reyes y jefes de Estado, Iglesias recordó su juventud, cuando sus pies se despegaron del piso para elevarse hasta que llegó la caída y, con ella, un golpe muy doloroso que le dejó una gran lección de vida que hoy comparte, pues considera que la humildad es un principio que nunca se debe perder.

"Cuando eres muy joven piensas que todo es gratis, pero nunca falta quien te haga ver el mundo real. Hoy valoro a cada persona que asiste a mis conciertos, porque uno no imagina el esfuerzo que hizo para comprar su ticket, hay quienes han ahorrado durante meses para ocupar la última fila del recinto", reflexionó.

Evocó al colombiano Gabriel García Márquez, Nobel de Literatura, cuando le preguntaron: ¿Por qué usted sigue escribiendo si tiene una enfermedad grande? y él respondió: "porque me quedan manos". Yo seguiré cantando porque es lo único que sé hacer y porque quiero me quieran más".

Padre de siete hijos y víctima de especulaciones sobre su vida amorosa que desde 1995 comparte con Miranda Johanna Rijnsburger, se dijo privilegiado por tener a su lado "a un alma con la cuerda muy larga que me deja volar".

El patriarca de la dinastía Iglesias, en cuya camisa azul cielo, que combina bien con su pantalón sastre azul oscuro, muestra bordadas sus iniciales, guarda silencio unos segundos ante la pregunta de si se considera una persona feliz. Sonríe, se incorpora y responde: "Feliz, la felicidad es muy conformista, yo soy más que feliz, soy un bendecido porque la luz me da en los ojos todo el día, porque he llevado mi luz a tres generaciones, porque cuando voy en la calle, la gente me mira con cariño y con ilusión, esos son milagros".

Recordó su etapa de futbolista, que interrumpió a los 22 años a causa de un accidente automovilístico que lo dejó parcialmente paralizado durante dos años y habló de las intervenciones quirúrgicas y la intensa terapia a que fue sometido, así como de su tenacidad que reconoce en los niños con discapacidad.

Mencionó la labor altruista de Teletón y sentenció: "Me da mucha vergüenza hablar del Teletón, porque si los mandatarios trabajaran adecuadamente, este evento no existiría. Mientras eso no ocurra, bendita sea la ayuda que los teletones brinden a los niños y la conciencia que logren sembrar en la gente".

Julio Iglesias, de quien se dice que cada 30 segundos se oye una canción suya en cualquier rincón del planeta, ya que ha grabado en español, inglés, francés, alemán, portugués, italiano y japonés, consideró, en alusión a su tema clásico, que "la vida sigue igual", y que los valores heredados siempre perdurarán.

"Yo sé que algún día me voy a ir y eso es inapelable, pero me quedaré con el orgullo de que hice lo que quise con mi vida, que aprendí muchísimo y que mi existencia se llenó de colores y que después de vivir en un hospital por dos años volví a nacer porque la vida me dio otra oportunidad".

"Cada día canto como si mi carrera apenas comenzara, como si fuera mi primer día de vida. No quiero morir y me niego rotundamente a hacerlo porque sería injusto", concluyó este cantante de 60 años de edad, con "una que otra cirugía estética". "Pero, será inevitable, al final las obras quedan, las gentes se van, otros que vienen las continuarán y la vida sigue igual, conmigo o sin mi".

Quiere quedarse en Dominicana

El cantante español Julio Iglesias tramitó una cédula de residencia en República Dominicana, donde vive desde hace unos seis años con su familia en el exclusivo balneario de Punta Cana, en el oeste de este país.

Iglesias dijo a la prensa local que tomó la decisión de acercarse a la Junta Central Electoral (JCE) para solicitar su documento debido a que tiene de cinco a seis años de residir en territorio dominicano y no había pensando en el trámite.

El intérprete de Me Olvidé de Vivir, quien llegó la víspera al organismo electoral acompañado de sus asistentes, fue abordado por admiradores y empleados de la institución y en cuestión de minutos le entregaron su cédula de extranjero residente en esta nación caribeña.

Julio Iglesias recibió como todo extranjero la cédula color naranja con la leyenda "No vota". El artista español posee una casa en la zona playera de Punta Cana, donde vive junto con su mujer, la holandesa Miranda Rinjsburger, y sus cuatro hijos.

No tiene favoritos

Para Julio Iglesias sus dos hijos son iguales, acepta que apoya más la carrera de Julio que la Enrique, pero es porque a este último lo considera un joven muy independiente.

-El cantante confiesa que ama a los dos, pero las necesidades de cada uno respecto a él son diferentes y lo único que hace es acoplarse a lo que le pidan.

-Como artista, dice, se apega más a Julio porque éste busca su orientación. "Los dos son mis hijos. Hay una faceta, que es la de padre y está la artística, y ahí uno me consulta y el otro no. Enrique no me pide consejo, pero lo hace de maravilla porque es muy listo y muy inteligente”.

-Julio dice que en cambio Julio le pide más consejos, “y yo le he ayudado un poquito, no mucho, sólo le oriento. Son diferencias que ocurren en todas las familias", comentó Julio al diario El Mundo, de España.

-Está consciente que Enrique se ha quejado de él, que ha declarado que cuando tenga hijos les brindará más tiempo del que le dio su padre cuando él era pequeño, pero esto no lo agobia porque sabe que toda su vida le ha dado a su familia lo mejor de sí mismo.

FUENTE: Agencias

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