Secuelas de la crisis golpean a Europa
MÉXICO, DF.- Los problemas de deuda soberana de la zona euro tienen su origen en la crisis financiera mundial, cuyo inicio fue a partir del último trimestre de 2008, coinciden analistas.
Actualmente, los países con problemas de deuda soberana son Irlanda, con 96.2%, Grecia con 142.8%, Portugal 93.0%, España 60.1% e Italia 119%, todas con respecto a su Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Sin embargo, alertan los especialistas del sector financiero, que en el mediano plazo podrían ser contaminadas otras naciones con altos porcentajes de deuda, como son los casos de Bélgica, que reporta una cifra de 96.8% y Austria de 72.3% con respecto al PIB, aunque es importante señalar que la zona euro mantiene 70% de endeudamiento con respecto al PIB.
Los cinco países son importantes en la zona euro, pero el caso de Italia, que es el tercer país con mayor participación económica dentro de la región, es el más preocupante, porque tiene un déficit de 71 mil 211 millones de euros, equivalente a 4.6% de su PIB, además de tener una deuda total 1.8 billones de euros, cuando su PIB equivale a 1.5 billones euros.
Ante esta incertidumbre, el jueves se celebrará una cumbre en la zona euro, donde se abordarán los detalles de un nuevo plan de rescate para Grecia. Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, está en contra de una moratoria en el caso de Grecia y no aceptará bonos de impagos a los bancos.
AMENAZA A ECONOMÍA GLOBAL
En tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la crisis de deuda soberana de la Eurozona amenaza no sólo a Europa sino a la recuperación global, por lo que pidió esfuerzos sistemáticos para restaurar la confianza en los mercados. "La tensa situación presupuestaria es un riesgo para la perspectiva económica y tiene potencialmente gran impacto regional y global", dijo.
Para impedir un recrudecimiento de la situación, que amenaza con arrastrar a Italia y España, el FMI pidió que se apliquen programas de ajuste en Grecia, Portugal e Irlanda.
El economista en jefe de Saxo Bank, Steen Jakobsen, dijo que la crisis financiera de 2008 significó una oportunidad perdida tanto para los responsables de la elaboración de política como para los políticos. Agregó que los políticos optaron por dejarse llevar y arrastrar la situación mediante la acumulación efectiva de más y más deuda, vía el traspaso de riesgo del sector financiero al público, con la falsa esperanza de que sería fácil financiarlo.
